Capítulo 3.- Disculpas.

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—¿He sido una buena chica.—pregunté a daddy mirando hacia arriba.

—Has sido una muy buena chica hoy. —respondió extendiendo su brazo hacia mí para ayudarme a levantarme del suelo.

Me levanté y daddyestaba completamente desnudo. Me tomó de la mano y me guío al baño de su cuarto, él se limpió de espaldas a mí, yo me vi en el espejo con mi cara llena de semen, tome papel higiénico y comencé a limpiarme los fluidos de daddy. Después de limpiar mi cara, me lave con agua y jabón, me sequé la cara y daddy ya no estaba en el baño. Volví a su cuarto y daddy ya estaba vestido, me tendió mi sostén y polera.

—Daddy ¿puedes darme una ducha?—pregunté inocente.

 Me miró, y yo sabía lo que respondería, pero aun así quise intentar preguntarle.

—No, pero.—pausó.—Puedes ducharte en el baño del pasillo.—comentó.

Lo miré, yo no sabía cuál era el baño del pasillo.

—Acá.—salió de su cuarto seguido de mí, pasamos las escaleras y al lado izquierdo de estas había un baño que era la mitad del tamaño que el de su cuarto. Suspiré y asentí. Me fui a mi pieza y busque ropa interior limpia y mi nuevo pijama, con mis cosas en la mano fui a darme una ducha. Daddy era cruel conmigo.

Salí del baño y me fui a la pieza de daddy, no estaba, vi la hora en el reloj y eran las 10pm, bajé al primer piso y no estaba, se había vuelto a ir, pasaría otra noche más sin ser arropada por daddy.

Me enojé, fui a mi cuarto y me encerré allí. Tomé mi teléfono y pensé en escribirle, no lo hice, lo que sí haría era un berrinche. Me acosté y me dormí.

Desperté por los golpes en mi puerta.

—Señorita Alessia.—habló fuerte María.—Traigo su desayuno, por favor abra la puerta.

No respondí y no lo haría.

Tomé mi teléfono y los audífonos, reproducí música y me tape hasta la cabeza, cerré mis ojos para volver a dormir.

Desperté y abrí mis ojos, daddy estaba en una silla a los pies de mi cama mirándome fijamente, me tape hasta la cabeza otra vez.

—¿A qué hora piensas levantarte?—preguntó.—Ya son más de las 2 de la tarde.—comentó, no respondí.—Tienes que almorzar, no desayunaste, María me dijo que tu puerta estaba cerrada con seguro, ella estuvo golpeando tu puerta casi media hora para darte el desayuno.—prosiguió.

Me sentí mal por María, pobrecita ella, no tenía culpa de nada.

—¿Por qué mierda no me respondes?—preguntó algo alterado mientras se sentaba al lado mío. 

—Yo hago lo que yo quiero.—respondí dándole la espalda aun debajo de mis tapas.

—Perra, ¿ya se te olvidó que vives en mi casa?—río burlesco.

No respondí, daddy estaba siendo grosero conmigo, daddy estaba rompiendo mi corazón, daddy hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas.

Ahogué un sollozo, inhalé y exhalé, no quería llorar, pero ya era tarde, estaba llorando.

—¿Estás llorando?—preguntó extrañado.—¿Te pasó algo, te duele algo? ¿Es por eso que no te has querido levantar?—preguntó rápidamente.

—Daddy, eres cruel.—dije temblorosa.

—No lo soy.—respondió destapandome, me cubrí la cara con mis manos.

—Sí lo eres.—acusé.—Daddy, me has hecho llorar.—dije y lloré aún más.

Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora