Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)

Capítulo 36.- Helena.

Nos acostamos en la cama y ninguno de los dos dijo nada, creí que sería así hasta que daddy decidió romper el silencio.

-Sé donde está tu madre.-soltó de la nada.

Me incorporé en la cama.

-¿Qué? ¿Cómo sabes?-pregunté rápidamente.

Daddy también se incorporó en la cama.

-Cuando salí hoy fue porque el detective privado me llamó, me dijo que tenía noticias acerca del paradero de Helena.-explicó.

-¿Dónde está?-inquirí.

-Está en la carcel por tráfico de drogas.-habló lentamente.-Creo que lleva unos 4 años presa.

-Vaya...-fue lo único que pude decir.

-Eso es todo lo que me dijo.-comentó.

Me volví a acostar y daddy también, me abrazó por la cintura y besó mi frente.
Nos quedamos dormidos.

-Alessia, despierta.-sentí a alguien tocar mi mejilla.

-No quiero.-me quejé y me acomodé para seguir durmiendo.

-El desayuno ya está aquí.-daddy habló.

-Despierta ya.-dijo daddy a la vez que me pegaba con una almohada.

-Ya estoy despierda.-grité.

-Al fin.-suspiró daddy.

Comimos entre risas, haciendo como si nada hubiese pasado.

-Alessia, ¿no quieres ir a visitar a tu mamá?-preguntó delicadamente daddy.

Su pregunta me tomó por sorpresa.

-No lo sé, creo que no.-mumuré.

-Pero la querías encontrar, y ahora que sabes donde está ¿no quieres verla?-dijo pensativo.

-¿Debería visitarla?-pregunté en voz alta, la pregunta era para mí misma.

-Yo creo que deberías.-respondió daddy.

-No la he visto en bastante tiempo, ni siquiera sé si recuerda que tiene una hija.-murmuré.

-Bueno, de todas formas es decisión tuya.-habló daddy mientras se levantaba de la cama.

Quedé pensando.

-Quiero ir a visitarla.-exclamé en un impulso.

-Entonces deberías alistarte para ir a visitarla.-dijo saliendo de la habitación.

Me puse nerviosa, mis manos sudaban y tenía mi corazón a mil. Con mi cuerpo temblando me dispuse a arreglarme para ir a visitar a Helena.

John nos condujo hacia la cárcel, el viaje se me hizo eterno. Finalmente llegamos a la cárcel, no quería bajar del auto y daddy me dejó tomarme todo el tiempo del mundo.

Bajé del auto y daddy me tomó la mano.

-Debes estar tranquila, no te fuerces si no quieres hacerlo.-dijo cuando estábamos entrando.

-Ya estamos acá, no me arrepentiré.-respondí intentando sonar segura.

Daddy habló con el guardia que atendía, nos preguntó en nombre de la persona a la cuál veníamos a visitar y nos llevi a una sala con mesas y sillas, habían unas cuantas personas allí que también estaban visitando a los presos.

-En un momento la traeran.-nos informó el guardia y se fue.

Nos sentamos con daddy y esperamos.

-¿Segura quieres que me quede aquí?-preguntó daddy.