~Parte 3 ~ La confusión~

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Finalmente.

Finalmente era viernes.

En el aire se podía respirar libertad.

Al menos para los estudiantes de la escuela así parecía ser, quienes finalmente disfrutaban del fin de la temporada de exámenes finales.

Ahora todo esfuerzo sería su recompensa más grande, y esta eran las tan ansiadas vacaciones de verano, no más escuela o preocupaciones relacionadas a esta por un par de meses.

Casi como un rayo, Giulia y Luca después de despedirse de un par de compañeros y amigos, montaban su bicicleta en un instante para dirigirse a casa, donde les esperaba la labor más importante de hacer las maletas para poder partir de regreso a Portorosso, una costumbre que formaba parte de las rutinas anuales de ambos chicos.

Para su fortuna, no se toparon con más comentarios subidos de tono por parte de Alesso, quien simplemente les recordaba su apuesta pendiente, casi asegurándoles de que en ese verano, la magia del amor florecería en sus corazones, a lo que Giulia ignoraba por completo con una gran risa, mientras que Luca simplemente sentía sus mejillas rosadas arder en vergüenza por tales palabras.

Todo eso ya quedaba en el olvido ahora, solo debían enfocarse en un cosa y esa era su tan ansiado verano, y para ambos también significaba reparar los fragmentos que quizás la misma distancia y el tiempo habían causado al trío de relegados.

-¡Pero antes debemos llamar a casa! ¡Debemos estar seguros de que papá estará en la estación de trenes! Así podremos ser recibidos por el, por tu familia y sobre todo...-

-...Por Alberto- Decían al unísono la pelirroja y Luca.

Pero sobre todo ese nombre resonaba en la mente del chico de pecas.

No había sabido nada de Alberto desde la ultima vez que le habían llamado varios días atrás, y donde el mismo ragazzo de ojos verdes duramente le colgaba el teléfono sin mucha piedad.

Después de dejar la bicicleta en el mismo lugar de siempre, ambos rodeaban la mesita donde el teléfono se encontraba, como si ese aparato fuera su presa.

La madre de Giulia bromeaba constantemente con aquello.

-Parece que están a punto de sacrificar a alguien con la forma en la que rodean al pobre teléfono- Decía la madre de familia entre risas, aunque pese a todos esos comentarios, Giulia y Luca lo seguían haciendo, y esta vez, no era la excepción.

Rodeaban con la mirada puesta en el teléfono la mesita redonda de madera, mientras Giulia con emoción pero también cierto coraje para con su hermano, giraba la rueda de plástico de ese aparato auditivo para dar así comienzo a una clase de tortura para ambos.

Su fortuna quizás no era mucha, sobre todo para Luca, quien al buscar escuchar la voz de Alberto, todo sería en vano, el que parecía contestar esta vez sería el padre de este.

-¡Ciao papá! ¿¡Como estas!? ¡Ya pronto nos veremos! ¡Espero que estes tan feliz como yo!- Giulia tomaba el control del teléfono mientas un expectante Luca le observaba con ansias, esta asentía a las palabras que fueran que le dijera su padre, las cuales no eran muchas, en realidad quien estaba haciendo conversación era la pelirroja, como siempre.

-¡Yo también papá! ¡Ti voglio bene! Pero antes de colgar quisiera saber si mi queridísimo hermano Alberto se encuentra por ahí...¡La última vez que hablamos el muy torpe nos colgó!-

Los ojos de Luca se iluminaban al escuchar tal nombre, esperando alguna respuesta positiva para finalmente poder tener alguna clase de contacto el moreno antes de su llegada.

Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora