Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto

~Parte 11 ~ La pena~

-Tercera persona-

La noche llegaba y con ello las penas más grandes.

Al menos para Luca y Giulia, quienes habían tenido que sobrellevar una dolorosa tarde.

Giulia trataba de mostrarse fuerte ante lo sucedido, ayudando a curar los golpes de Luca, quien habría sufrido los más dolorosos, el castaño tan solo dejaba que las temblorosas y pequeñas manos de su amiga hicieran su labor.

-...Con eso es suficiente Giu...En verdad no tienes que molestarte con esto, tú también resultaste agredida-

Giulia negaba con la cabeza enseguida, terminando de colocar una última venda sobre el torso descubierto del chico -Eh, en realidad el que recibió la mayoría fuiste tú, burbujita- Cariñosamente le llamaba de tal forma ella, tratando de darle alguna clase de comfort -Más bien, tú los recibiste todos, yo solo traté de defenderte-

-Y no debiste...tan solo observa cómo terminó tu mejilla...- Luca apuntaba con la mirada el golpe que ahora parecía tomar colores entre violetas y rosados, quien fuera que mirase la mejilla de la chica enseguida sabría que habría sufrido un terrible destino.

-Nah, no es nada, en unos días desaparecerá, por ahora puedo cubrirlo con un poco del maquillaje que Fiorella me obsequió por mi cumpleaños, ¿Recuerdas?- La pelirroja se levantaba de la orilla de la cama para aproximarse a su maleta donde una pequeña bolsa de maquillaje se encontraba ahí, aún recordaba la insistencia en la que su amiga le había obsequiado tal regalo, en palabras de ella, para que su belleza reluciera aún más y pudiese atraer más pretendientes.

El motivo era absurdo pero no podría rechazar aquel obsequio, y que bueno que no lo hizo ya que le ayudaría a cubrir el grande moretón.

-¿Ves? ¡Todo estará bien! Lo que importa es que te recuperes y estés para poder recuperar los días perdidos de este verano, ya no te preocupes más, ¿Si?- Giulia tomaba las manos de su amigo con delicadeza mientras este asentía con suavidad, no obstante, algo en la parte trasera de su mente no lo dejaría en paz.

-¿Giu...?-

-¡Ya sé que esta ropa de dormir no ha sido lavada en días! Prometo hacerlo mañana, además, ni siquiera...- La pelirroja era interrumpida enseguida por Luca quien negaba con la cabeza al observar a su amiga meterse las prendas para dormir.

Era extraño pero ella ni siquiera sentía vergüenza alguna por vestirse o desvestirse frente a él, ¿Por qué tendría? Giulia sabía que su amigo jamás le haría daño alguno.

-...No Giu...no es eso, aunque es un buen recordatorio...es sobre otra cosa- Luca se mordía los labios con nervio mientas jugaba con sus dedos de las manos -...¿De donde crees que Alberto haya tomado la idea de que yo fui el que golpeó a Guido?-

Giulia, quien había terminado de prepararse para dormir, se acomodaba al lado del chico con gran cuidado, estaba más relajada ahora pero al momento de escuchar tan horrible nombre precia explotar una vez más.

-¡Guido! ¡Fue ese stronzo! ¡Ese mentiroso fue con el chisme!- La pelirroja exclamaba con las manos en el aire, sentándose sobre la cama -¡Y sabía lo que hacía! ¡Sabía que Alberto lo defendería! ¡No sé que fue lo que le hizo! ¡Es como si estuviera hechizado!-

-...¿Por qué?...- Musitaba Luca con la misma melancolía en sus ojos, la que le acompañaba cada noche antes de irse a dormir, el mismo sentimiento que incluso en sus sueños estaba presente -¿Por qué Guido desea involucrarnos en altercados...? ¿Que hicimos mal?-

-...Nada, Luca, absolutamente nada, el sólo actúa como lo que es, el mismo bravucón seguidor de Ercole, un manipulator más- Giulia después de tomar aire dejaba caer su cuerpo en la cómoda cama, ya no pensaría mas ese stronzo o su hermano, al menos por esa noche.