Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto

~Parte 14 ~ La curiosidad~

La música del festival parecía retumbar más fuerte que nunca.

Era por que el volumen había aumentado o quizás por el hecho de que la bebida finalmente había tomado efecto en los adolescentes que se encontraban en una orilla riendo a carcajadas.

Sentados en el suelo y rodeados de unas cuantas botellas de vino, Giulia y Luca parecían haber descubierto otro mundo, más interesante que el universo incluso.

-¡Luca tú eres lo único que tengo!- Exclamaba con fuerza la pelirroja, frenando sus risas mientras observaba a su amigo con una mirada cristalina, tomando el rostro de este entre sus manos, las carcajadas se había detenido y ahora las reemplazaban un repentino sentimiento de tristeza.

-...¿Y-Yo?- Luca se apuntaba con el dedo, un semblante confuso se hacía presente en su rostro -¿...Q-Que hay del signore M-Massimo? ¿O de...?- El castaño se detenía al instante, recordando esos cabellos dorados y ojos verdes, lo que le hacía mantenerse en silencio por unos instantes.

-¡Papá es papá! ¡El siempre estará ahí para mi! ¡P-Pero yo no hablo de el! ¡Y-Yo habló de ti! ¡T-Tú eres lo único que me queda! ¡El único ragazzo que en verdad me importa!- Giulia se acurrucaba en los brazos de su acompañante, lo abrazaba con gran fuerza, cómo si este fuera a esfumarse en el aire.

-¡...Nunca me dejes Luca! ¡Nunca! ¡Q-Quiero estar contigo por el resto de mis d-días!- La pelirroja decía, inundándose en el abrazo del castaño, esta comenzaba a soltar ligeras lágrimas, para sorpresa de Luca quien se las limpiaba con cuidado.

-¿P-Porque lloras?...¡Y-Yo siempre estaré a-ahí para ti! ¡T-Tú eres mi amiga...! ¡Mi mejor amiga!- Luca apenas podía formular una palabra, su voz se escuchaba casi como un balbuceo, tomaba a su amiga con fuerza, estrujando su cabello con delicadeza.

-...¿Amiga...? ¡No quiero ser sólo amiga!- La pelirroja se hacía a un lado, dejando salir sus lágrimas con más fuerza tomando de nuevo el rostro del chico entre sus manos para acercarlo lo más posible contra el suyo.

-...¿Eh?-

-¡Luca! ¡Tú me...!- Giulia no pudo siquiera finalizar lo que fuese que tuviera guardado en lo más profundo de su corazón, ya que en ese instante sentía su cabeza darle vueltas sin piedad, causando que desde su estómago hasta su garganta y finalmente boca sintiera los deseos de...

-¡C-Creo que voy a...!- Haciéndose a un lado, la pelirroja no podría soportar más esas nauseas, expulsando el contenido de su estómago en un instante.

-¡G-Giulia! ¿¡Q-Qué es lo que ocurre!?- Luca enseguida a pesar de sentir su cuerpo completamente fuera de sí, se aproximaba a su amiga quien volvía a devolver todo lo que su estómago tuviese una vez más.

-...N-No me siento muy bien que digamos b-burbujita...- Susurraba Giulia limpiándose los labios con un pañuelo que tenía en uno de sus bolsillos, era en ese momento en el que simplemente deseaba acurrucarse en la cama, bajo los brazos del castaño.

-D-Debe ser el vino...vamos a casa Giu...- Lograba decir Luca, ayudando a la chica a colocarse de pie para así emprender el corto camino al hogar de esta. Ella apenas y podría dar un paso, pero con ayuda del castaño lo lograba, aunque el suelo parecía moverse como lava.

Pronto llegarían a casa, dónde el signore Massimo parecía no estar por ahí aún, era mejor así, si veía el estado en el que ambos jóvenes se encontraban, estaba seguro de que este les reprendería por ser tan irresponsables, además, ni siquiera tenían la edad para consumir bebidas alcohólicas.

-¡Luca! ¡Llévame en tus brazos! ¡N-No quiero subir las escaleras!- Se quejaba la pelirroja, extendiendo sus propios brazos cómo si se una pequeña se tratase para que su amigo le cargase.