~ Parte 28 ~ La amargura ~

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-Tercera Persona-

-¡Nonna! ¡Nonna!- Gritaba con fuerzas Luca mientras se adentraba a su hogar bajo el agua, aunque este para desgracia del chico parecería estar vacío, quizás su nonna se hallaba en la superficie, tal y cómo solía hacerlo usualmente por las tardes.

-¡Tu nonna no se encuentra aquí, Luca! ¡Y es lo mejor! ¡No permitiré que te escondas en sus brazos para evitar una reprimenda! ¡Eso ya no! ¡Es hora de que enfrentes las consecuencias de tus actos!- Antes de que Luca pudiese salir de su hogar para regresar con Stefano, su madre se interpondría en el camino, no dejándole pasar.

-¡Por favor mamma! ¡Déjame explicarte!- El desespero en la voz de Luca era evidente, no obstante para su madre aquello era de poca importancia.

-¡Nada que explicar Luca! ¡No volverás a ver a ese citadino de malas costumbres! ¡No bajo mi guardia! ¡Sobre todo ahora que tienes que responder por la pobre Giulia!-

La extrema confusión en el rostro de Luca se hacía evidente tras escuchar eso, haciéndole recordar el cómo tuvo que rechazar a su amiga, pero no podía continuar con esa ilusión, no podía lastimarla más, no era justo para ella.

-¡N-No sé de que me hablas mamma!-

-¡Claro que lo sabes! ¡Y lo sabes muy bien! ¡El mismísimo Alberto me lo dijo!...¿Cómo es posible que me mientas de esa forma?- Exclamaba Daniela con ambas manos cerca del corazón de madre, el cual latía con fuerza ante lo que sus ojos veían, su pequeño iba creciendo y parecía ser de forma descontrolada, pero ya no más.

-...¿Q-Qué...? ¿¡Qué fue lo que te dijo Alberto, mamma!?-

-¡Lo que tú ya sabes! ¡Esa verdad que no deseas decirme por tu propia boca!...Pero ya no más, en si esto es lo que quieres, entonces así será...Alberto me lo dijo todo...me dijo cómo los vio dormir juntos...a la pequeña Giulia y a ti, el primer día en el que llegaron al pueblo- Esas palabras tomaban por extrema sorpresa a Luca, quien enseguida se sumergía en los recuerdos de ese día.

Claro.

Su mente le hacía volver a revivir ese instante en el que Alberto se adentraba a la habitación de Giulia por la ventana, tarde en la noche, silencioso, sigiloso, cómo si quisiera esconder algún pecado del mundo, el pecado de nombre Guido.

Y claro que Luca compartía la cama con Giulia, ambos cubiertos por la cobija y recargando sus cabezas en las almohadas, cómodamente durmiendo hasta que Luca sintió esa presencia ajena en la habitación, el castaño lo sabía, sabía que se trataba del moreno.

-...Mamma...Ni siquiera es cómo lo piensas...nosotros...¡Las cosas que Alberto te ha dicho no son verídicas!...Si tan sólo me escucharas un instante...-

-...Ya no más falacias Luca...no más...¡No es posible que juegues con la gente de esta forma...! Salir con el pianista de ciudad es una cosa...¡Pero ser su compañero es otra! ¡Un vago cómo ese tipo no es el yerno que yo quiero! ¡Giulia es tan bella! ¡Inteligente y de buena familia, con educación! ¡Esa pobre ragazza es la mejor joya de todas! ¡Y no permitiré que la desperdicies!- Daniela sabia que solo había una forma para salvar a su hijo, y probablemente esas medidas serían las que aveces hacían a los hijos alejar de sus padres.

Esta vez no sería la excepción.

-¡Tanto es mi miedo a que eches a perder tu vida que ya está decidido!-

Los ojos del monstruo marino de menor edad se abrirían como platos tras escuchar lo que la madre había decidido por el, sin siquiera consultar con sus propios deseos.

Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora