-Tercera Persona-
-Y-Yo...Ti amo...Ti amo tanto...Luca-
Luca
Ese nombre.
El mismo que por siempre le perseguiría.
El mismo que siempre sería su competencia
El mismo que jamás le dejaría ser feliz con la única persona que en verdad amaba.
Los ojos de Guido se abrían por completo, casi saliéndose de sus cuencas, los escalofríos que corrían por su cuerpo le hacían temblar incontrolablemente, y en sus mejillas, lágrimas corrían delicadamente, amargas como lo que su corazón comenzaba a sentir, ese corazón que se fracturaba en un instante.
-...¿Q-Qué f-fue lo que dijiste...?- Susurraba Guido, aún tan cerca del cuerpo de Alberto quien todavía lo sujetaba entre sus brazos.
Y cómo si se tratara de un trance, Alberto reaccionaba, mirando a todos lados, ya no estaba bajo el agua, rodeado de las maravillas del océano, frente al monstruo marino de escamas verdes.
Se encontraba frente a él, en su habitación.
Guido.
Alberto tomaba el rostro del castaño en sus manos, con un semblante confuso y de horror al percatarse de lo que acababa de hacer, además de las consecuencias de su error.
Guido sollozaba en silencio, mirando fijamente esos ojos bellísimos color esmeralda, lo podía ver reflejado en estos, podía ver el cómo Alberto le mentía.
El no había pasado la tarde en el trabajo.
Esa tarde la había pasado con Luca.
Guido sentía el oxígeno hacerse escaso en sus pulmones, dejando salir esos crueles sollozos de sus labios con fuerza para empujar enseguida al moreno, casi haciendo que este se cayera de la cama.
El castaño se sentaba sobre sus sábanas con dificultad, todo le daba vueltas, era como la pesadilla más grande que el destino le estuviese regalando.
Y no se lo merecía.
-¿C-Cómo puedes ser tan descarado...?-
-¡G-Guido yo...!-
-¿¡Cómo puedes atreverte a llamarme así!? ¿¡A llamarme por ese nombre!? ¿¡Acaso no tienes vergüenza!?...¿¡C-Cómo pudiste jugar así conmigo, Alberto!? ¿¡Cómo!?- Guido inundado en su amargura y lágrimas, se lanzaba hacia el moreno, arrojándole cientos de golpecitos en el pecho de este, los cuales no hacían nada al de ojos verdes, pero para Guido era la única arma para así poder defenderse de ese tipo que se las había jugado con su corazón, del tipo que se atrevía a confundirle con su más grande enemigo.
-¡N-No sé que fue lo que me pasó! ¡No quise hacerlo! Yo-
La furia y gran dolor de Guido le hacían no querer dudarlo un segundo más y en un instante,
ya de pie frente al moreno, con toda la fuerza que su débil cuerpo le permitía, levantaba una de sus manos para estrellarla contra la mejilla pecosa de Alberto en forma de una cruel bofetada.-¡Deja de mentir Alberto! ¡Deja de decir lo que cualquier infiel diría! "Oh, no fue mi intención", "Oh, es un ma entendido y tiene una explicación", ¡Ya basta Alberto!- Para ese momento Guido no paraba de darle golpecitos al moreno por todo su cuerpo, quien adolorido por la bofetada, se llevaba una de sus manos hacia la mejilla afectada, sus ojos brillaban en señal de un aproximado llanto.
-¡Por favor escúchame Guido yo..!-
-¿¡Tu que!? ¿¡Que me dirás!? ¡Sin importar que ese stupido sea un simple oportunista aún sigues cayendo por el! ¡Es patético! ¡A pesar de
que Luca me hubiese golpeado ese día mientras tú te encontrabas con el signore Massimo en la pesca!...¡A pesar de yo estar para ti en cada uno de tus logros y dolores...!...A pesar de todo esos...lo prefieres a él...Luca- El nombre de aquel maldito insufrible salía de los labios de Guido con un toque de odio tan puro, aún recordaba cómo en realidad Giulia fue la encargada de darle una completa paliza, pero culpar a ese monstruo marino de escamas verdes parecía ser más viable, y creíble, un ragazzo celoso como Luca desquitando ese dolor en alguien inocente y puro como Guido Rossetti.
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Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto
Mystery / Thriller~Un error, eso debe ser, quizás el lo olvidó, tiene tanto que hacer, trabaja todo el día en la pescadería, como salvavidas...Al bajar del tren lo primero que busco son sus ojos brillantes como esmeraldas, pero con lo que me encuentro termina siendo...