Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto

~Parte 6 ~ La incognita ~

La rabia en su rostro no tardaba mucho en hacerse evidente.

-¿¡Así que estuvo aquí durante la noche!? ¡Pensaba que era un sueño! ¿¡Por qué no me despertaste Luca!?- Exclamaba furiosa Giulia mientras peinaba sus rizados cabellos con fuerza, Luca temía por un segundo que ella se los fuese a arrancar.

-Estabas profundamente dormida Giu...no quise despertarte, además de que Alberto no se encontraba en los mejores de los ánimos que digamos-

-¡Eso no importa! ¡Pero en este momento el me va a escuchar! ¡Lo que hizo no estuvo correcto!- Giulia colocaba su peine de cabello en el buró más cercano para salir de su habitación, aún no arreglada del todo pero eso para ella era lo de menos, subiendo hacia el ático mientras que un nervioso Luca iba tras ella para evitar alguna catástrofe.

-¡Alberto Scorfano!- Exclamaba con fuerza la pelirroja, casi azotando la puerta del ático convertido en habitación, despertando al instante a su hermano que yacía profundamente dormido después de un día tan ocupado cerca del mar.

-¡Giulia! ¡Aspeta!- Era muy tarde por qué Alberto ya se encontraba despierto y evidentemente, de un humor terrible.

-¿¡Cual es tu problema Giulia!? ¡Ni siquiera ayer que ambos se adueñaron de mi habitación me atreví a despertarlos!-

-¡Ja! ¿¡Tu habitación!? ¿¡Ma stai scoltando le tue parole!? ¿¡Te estas escuchando!? ¡Siempre hemos hecho el cambio de habitación cada verano desde que este ático fue remodelado! ¡Pero eso está fuera del punto!- Luca juraría que los cabello rizados de su amiga comenzaban a esponjarse conforme su furia se elevaba, colocando una mano sobre su hombro pero ella no le haría caso alguno.

-¿¡Vendrás a reclamarme el por qué de mi ausencia ayer en la estación de trenes!? ¡Pregúntale a Luca!- Alberto se ponía de pie, dejando ver su torso descubierto, mostrando así sólo sus bermudas para dormir, Luca no podía evitar el mirarle, sintiendo sus mejillas coloradas.

-¿¡Que tiene que ver Luca aquí!? ¡Si no deseabas recogernos, al menos me lo hubieras dicho! ¡Lastimaste no solo mi corazón, pero también el de Luca!- Giulia se acercaba a su hermano, para tomarle después de las manos con cuidado.

-...¿Que sucede Alberto? ¿Por qué ya no deseas salir con nosotros? ¡Soy tu hermana y Luca es mas que un simple amigo! ¡Comentamos que es lo que ocurre!- La pelirroja trataba de buscar alguna explicación, sin embargo, su hermano no se la daría, haciendo sus manos a un lado con brusquedad.

-Cómo se lo comenté a Luca ayer en la noche, no esperen a que yo simplemente abandone el trabajo, ¿O qué? ¿Acaso no recuerdas quien es el que le paga todo?- Aquellas palabras le golpeaban el corazón con gran intensidad al castaño, quien enseguida sentía sus ojos tornarse húmedos.

Pero a Giulia se percataba del poder de las palabras de su hermano en un instante.

-¿Por qué eres tan cruel con Luca? ¡Nosotros mismos hemos ofrecido alternativas si es que ya no puedes o deseas seguir ayudándole! ¡Hoy mismo comenzaré con la entrega de pescados, trabajaré jornadas extras si es que lo tengo que hacer! ¿Y sabes cual es la razón?- Giulia se acercaba a su hermano, lo más intimidante posible -¡Por qué yo...-

-¡Si claro! ¡Siempre quieres quedar como la salvadora! ¿Tenemos un trato, no? Hazlo, ve y prueba si puedes juntar todo el dinero posible para cubrirle a él todos sus gastos- Haciendo un despectivo énfasis en la palabra él, Alberto decía con gran coraje, tratando de detener sus propias lágrimas al saber que Luca, al que tanto había admirado, al que no paraba de invadir sus pensamientos, era solo un oportunista más.