~ Parte 25 ~ La charla ~

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-Tercera Persona-

Stefano regresaba de la bahía hacia su hogar de verano con una gran sonrisa en su rostro.

Era inevitable que aquel sentimientos de felicidad fuese borrado de su ser, a pesar de ser poco el tiempo en el que Luca había entrado a su vida, sin duda alguna se podría decir que era la luz que le hacía falta al de ojos color océano.

Sobre todo después de lo cruel que su camino había sido, aunque ahora nada de ello vendría al caso, ahora todo debía tratarse de celebrar, los problemas y obstáculos sin duda deberán esperar, al menos así lo pensaba Stefano, quien ansiaba por que ya fuera el día siguiente y así volver a tener entre sus brazos a ese gran rayo de luz llamado Luca Paguro.

Era tanta la felicidad de Stefano que no se percataba que a su paso un ragazzo de mucha menor estatura se encontraba frente a él, con la cabeza hacia abajo.

Ambos daban paso tras paso hasta que inevitablemente los dos chicos se estamparían el uno contra el otro, haciéndoles caer al suelo enseguida.

-¡E-Eres un stupido! ¡Deberías de ver por dónde caminas!- Gritaba aquella voz masculina y temblorosa, a pesar de la evidente furia que emanaba de esa persona, no había duda alguna de que minutos antes habría derramado lagrimas, quizás de alegría.

O lo más probable, de dolor.

Y no sería por el dolor de tal golpe recién ocurrido.

-¡Scusa! ¡No fue intención mía hacerte caer!- Stefano con suma pena ante lo ocurrido no haría más que sobar su cabeza que habría recibido un ligero golpe, para después ayudar al contrario a levantarse del suelo, percatándose enseguida de algo que le intrigaría.

-...Aspetta...¡Yo te conozco!- La figura contraria le ganaría las palabras, cambiando ese semblante irritado por uno lleno de sorpresa y quizás incluso admiración -¡Eres el pianista! ¡De nuevo me encuentro contigo!-

-¿Ehhh? Lo lamento, pero no tengo recuerdo alguno de ti, ¿Cómo te llamas?- Genuinamente confundido Stefano hacía un intento por recordar a ese chico frente a él de menor estatura pero nada mas podría ayudarle a refrescar su memoria.

-¡Me llamo Guido! ¡Guido Rossetti! Parece que nuestro destino quiere que nos reencontremos de esta forma ¡Chocando!- La memoria de Stefano entonces comenzaba a recordar lo que la persona frente a él le mencionaba, claro...

-¡Es verdad! ¡Creo reconocerte! ¡Yo fui el ragazzo que causó que tus piezas de pan cayeran al suelo! ¡De nuevo te ofrezco una disculpa, amigo!- Decía el foráneo de ojos celestes genuinamente mientras se preparaba para seguir con su camino, no podía esperar a regresar a su casa de verano para poder practicar una pieza musical en el piano, la misma que le recordaba a esos sedosos cabellos ondulados y mejillas pecosas.

-¡Oh! No tienes que disculparte, más bien yo seré el que te ofrezca una disculpa, ¡No debí haberte dirigido la palabra de tal forma! Es sólo que...Digamos que no he tenido el mejor día de todos...- Guido enseguida sentía como sus ojos volvían a tornarse cristalinos mientras trataba de aclarar su garganta, pasando una de sus manos por su cabello marrón claro -...Tuve un terrible rompimiento amoroso y lo único que quería era salir a tomar un poco de aire fresco...sé que esa no es una excusa por mi comportamiento pero espero puedas comprenderme un poco-

-En verdad lamento escuchar eso, comprendo el sentir de un corazón roto, no obstante no deberías de dejar que esas experiencias tomen el control de tu día a día, tienes toda una vida adelante, así que, trata de sonreír, ¿Si?- La sonrisa grande de Stefano sería lo último que vería Guido de aquel chico foráneo, permaneciendo completamente enganchado ante tales rasgos faciales y preciosa mirada.

Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora