Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto

~ Parte 24 ~ La confrontación ~

-Tercera Persona-

Tras salir del agua por completo, ese monstruo marino sacudía el agua de su ser, dejando así ver en realidad de quien se trataba, lo primero que llamaba la atención de Stefano fue ese característico cabello castaño, sedoso y ondulado salir a flote.

Después la piel pálida de esa persona, sus pecas y ojos color avellana, su rostro teñido de colores cálidos, mirada triste, llena de lágrimas.

-...S-Si...- Musitaba con voz quebrada aquella figura tan conocida por Stefano, la misma figura que deleitaba al foráneo cada vez que este cruzaba contacto con el.

-...S-Soy yo, L-Luca...Luca Paguro- 

La sorpresa no se hacia esperar en el rostro de Stefano, quien se encontraba analizando a ese ser, mismo que hacia segundos poseía escamas verdosas y celestes.

-...Luca...- El de ojos celestes musitaba con delicadeza, aunque esta no duraría más que unos cuantos segundos, enseguida el chico saldría de aquel trance lleno de extrañeza para acercarse con lentitud a ese castaño, dejando sus huellas en la arena de esa playa.

-...¡N-No te acerques Stefano! ¡Te lo pido!...Si lo que viste te ha desilusionado, lo mejor será que demos por terminado lo que fuese que hubiese nacido entre nosotros...Por favor...No me lastimes, no lo soportaría...- Las lagrimas corrían por las mejillas ahora pecosas de Luca quien de nuevo hacia que sus piernas se convirtieran en tonos verdes y escamosas tras adentrarse un poco mas al agua, como intento para alejarse del de ojos celestes.

-¿...Qué? ...¿¡Pero de qué hablas Luca!?...- Le tomaría al mencionado por sorpresa esa reacción, observando cómo Stefano sin importar mojarse por completo con esa agua salada, saltaba hacia los brazos delgados del castaño, ambos cayendo al agua de mar y terminando empapados.

Luca usaría ese momento para escabulliste pero para su desgracia aquello no seria posible, siendo sujetado por Stefano quien enseguida tomaría el rostro del ahora monstruo marino entre sus manos, parecía simplemente maravillado.

-...Esto es fascinante...sin duda alguna magnifico...increíble...mítico...-

-¿...Q-Qué?...¿E-Entonces no sientes alguna clase de miedo...? ¿Repulsión?- Abrumado por la reacción fuera de lugar del foráneo, Luca musitaba, tratando de controlar sus nervios, los cuales sentiría que en cualquier momento le harían una mala jugada.

-¿Repulsión?- Una risa se escapaba de los labios de Stefano, formando después una gran carcajada -¡Para nada! ¿¡Por qué habría de sentir tales sentimientos negativos ante algo fuera de este mundo!? ¡Oh Luca! ¡Si anteriormente ya te encontraba encantador, magnifico, ahora...!...Eres bellissimo- Stefano no lo dudaría un instante más, atreviéndose a besar la mejilla derecha del monstruo marino quien enseguida sentía cómo todo su ser se tornaba cálido.

-¿¡Por qué no me lo dijiste antes!? ¿¡Por qué esconder una cosa tan maravillosa como esto!? ¡Todo este tiempo pensé que se trataba de una simple historia inventada por la gente del pueblo para atraer turistas, ya veo que no es así!- El de ojos celestes tomaba de la mano al pequeño monstruo marino para llevarlo a tierra por un momento, de ta forma podría apreciarlo mucho mejor.

-¡Mantente de pie! ¡Quiero verte! ¡Oh pero incluso tienes una cola! ¿¡Acaso esto no es espectacular!?- El de cabellos azabache decía maravillado, apreciando a un Luca bastante avergonzado, quería hacerse diminuto y desaparecer por siempre, ni siquiera en la superficie, en Génova recibía tantos cumplidos por ser un monstruo marino, la mirada celeste de Stefano parecía ser cómo la de un niño, descubriendo por primera vez algo nuevo para el.