-Tercera Persona-
Tras despertar, lo primero que sentía Stefano rozar su nariz fue el aroma del café recién preparado, lo cual enseguida haría que se levantara de esas suaves y cómodas sábanas, dirigirse al tocador, e inmediatamente salir de la habitación. Tenía que hacerlo. Después de todo, nadie podría rechazar una deliciosa taza de café.
Lo que llamaba la atención de Stefano era la cabellera ondulada y castaña del chico frente a él, quien le daba la espalda mientras se disponía a servir café en dos pequeñas tazas, al lado de estas se encontraba un plato con galletas.
Aquella escena hacía al corazón del azabache sonreír ligeramente, con la mano en el estómago que aún parecía doler gracias al golpe que había recibido de aquel moreno de ojo verdes, aunque ahora el recordar tal suceso vendría siento algo secundario.
No podría pensar en otra cosa cuando ahí, a su lado se encontraba él...
Luca.
-...Mi rayo de sol...Buongiorno-
La voz de Stefano hacía a Luca dar un pequeño salto que por poco le haría derramar una de las tazas de café que se encontraba en sus manos.
El castaño colocaba la taza de café sobre la mesa que se hallaba frente a él, dónde ya un plato con galletas yacía ahí.
-¡Stefano! ¡En verdad me pegaste un susto grande!- Exclamaba Luca llevándose una mano al pecho, aproximándose enseguida hacía donde su ragazzo se encontraba para llevar sus manos hacia el rostro de este y plantarle un tierno beso en su frente.
-¡Ja! Vaya, que dualidad. Yo me encuentro tan alegre de verte y al parecer tú te encuentras aterrado- Stefano admiraba el semblante ruborizado y tímido de su amado. Ahora sería él quien le regresaría el gesto y le besaría ambas mejillas.
-¡No es eso! Simplemente esperaba ser yo el que pudiese despertarte, después de todo, el día de ayer fue pesado para ti -Ambos chicos tomaban asiento preparándose para degustar el pequeño desayuno que Luca había preparado -...Me siento terrible al saber que esto es solamente mi culpa...-
El de cabellos obscuros miraba con extrañeza a Luca, para después tomarle de las manos. Le brindaría el calor que el monstruo marino le había dado la noche anterior. No se necesitaba de nada más. Sólo la presencia del castaño para que Stefano pudiese encontrar esa paz que había sido arrebatada.
-Hey...eso no es verdad...las acciones que cometen terceros son decisiones que ellos y solamente ellos tomaron. No te sientas culpable por algo que tú no cometiste, ¿De acuerdo?- El azabache besaba las manos de su ragazzo con delicadeza. Le sonreía para hacerle saber que su mera presencia era todo lo que necesitaba.
-De acuerdo- Murmuraba Luca con una sonrisa tímida. Sus mejillas ardían en rojos carmesíes, aunque enseguida ambos chicos se dedicarían a probar de esas ricas galletas y café.
Aún con el dolor del golpe, Luca ayudaba a Stefano a ponerse de pie para así, poder dirigirse al baño y tomar una ducha. Para Stefano, nada le arruinaría su día con Luca. Ni ese golpe, ni mucho menos Alberto.
-Mientras tú tomas la ducha yo iré a la farmacia a comprar algún medicamento para el dolor- Exclamaba Luca desde la entrada de la puerta del apartamento para hacerle saber a su amado que le dejaría solo al menos por unos minutos.
-¡Claro que si! ¡Aunque no es necesario!-
-¡Por su puesto que si lo es! ¡Ahora vuelvo Stefano!- Replicaba Luca para así tomar las llaves del apartamento que se encontraban reposando en una mesita y emprender su corto viaje hacia la farmacia.
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Si me dijeras ~ 🌙 Luca x Alberto
Mystery / Thriller~Un error, eso debe ser, quizás el lo olvidó, tiene tanto que hacer, trabaja todo el día en la pescadería, como salvavidas...Al bajar del tren lo primero que busco son sus ojos brillantes como esmeraldas, pero con lo que me encuentro termina siendo...