Amor Sobre Ruedas

Capítulo 13: Regreso

Jenny

La mañana está hermosa. El cielo está completamente azul y el sol brilla resplandeciente, justo como cuando me fui. Me encuentro sentada en un avión de vuelta a casa, después de seis años sin volver. Ha pasado tanto tiempo, han cambiado tantas cosas... pero al fin estoy de vuelta.

Las chicas y mi mamá iban a verme siempre que podían, pero aun así las extrañaba. Regreso después de cumplir mi sueño, soy corredora profesional. Vine por una oferta de trabajo importante con una nueva compañía y, aunque al principio no quería regresar, me alegra estar de vuelta. Aunque me da miedo encontrarme con él. Hace años que no lo veo y no sé nada de él. Traté de ignorar todo lo que me decían las chicas con respecto a él, hasta que dejaron de intentarlo.

El avión aterriza y me preparo para salir y afrontar lo que me espera de vuelta. Afuera están esperando mis amigas, con un cartel de neón que dice "BIENVENIDA A CASA". Mi mañana transcurre entre besos y abrazos. Mi mánager me preparó un apartamento y, luego de almorzar juntas, las chicas me llevan.

Josy y Eli se mudaron juntas a unas cuadras de mi departamento. Josy estudió derecho y Eli medicina, mientras que Isy, diseño. A pesar de la distancia, nuestra amistad nunca terminó y aquí estamos, otra vez juntas. Nos despedimos en la puerta de mi edificio y acordamos una cita para esta noche.

Miro el mensaje de Joel, mi manager, en el que me avisa que es en el cuarto piso, el apartamento 2D. En la puerta del edificio me recibe un señor blanco gordito, llegado a los cincuenta años, muy amable. Me dice que es el portero y se llama Noel. "Joder, que sí que es idéntico a papá Noel, no creo que sea casualidad", se mofa mi subconsciente, que no puede callarse una vez.

Entro al departamento y todo está decorado a mi gusto, perfectamente combinado entre negro y blanco. El refrigerador está lleno de comida y tengo una habitación de gimnasio. Me tiro sobre la cama y siento algo debajo de mí que me pincha.

Me siento y lo abro, es un sobre rosa. "Madre mía, qué cursi el Joel". -Podrías callarte por una vez y dejar de arruinarlo todo.

"No te molestes conmigo, solo digo lo evidente". Terminé ignorando a mi impertinente subconsciente y al abrir el sobre, dentro había dos llaves, una tarjeta de plaza en el garaje y una nota.

Espero que hayas tenido un buen viaje y todo aquí sea de tu agrado. Nos vemos pronto, muñeca.

No necesitaba estar firmado, yo sabía que era de Joel. Me desplomé en la cama y pensé en los últimos años. Al día siguiente de aquella fatídica noche que me despedí de Dani hui, no solo de la ciudad, también de mis sentimientos.

Eso que se lee en muchas novelas románticas de que estaban sufriendo por amor y no pudieron estar con nadie más, pues yo les digo que es mentira. Se puede sufrir en los brazos de cualquier moreno, y aún mejor borracha, para ahogar las penas.

Pasé unos días completamente fuera de mí, intentando olvidar todo lo que dejé atrás. Hasta que me encontró Joel, me recordó mis sueños y mi pasión, y me ayudó a salir del bache. Se convirtió en más que mi agente, era mi amigo y compañero.

He tenido muchas aventuras amorosas en todo este tiempo. "Sí, porque si creían que me iba a volver monja o algo por el estilo, cayeron en un error fatal". Y durante mucho tiempo he ignorado lo que sé que Joel siente por mí, pero tal vez se merezca una oportunidad.

El sonido del móvil me saca de mis profundos pensamientos. Era Dylan.

-Tengo entendido que ya estás en la ciudad. Te ayudo a marcharte, a instalarte, te busco trabajo y llegas y no vienes a verme. En serio, rompes mi corazón.