Amor Sobre Ruedas

Epílogo

Jenny

El sonido de mi móvil me despierta anunciando la entrada de una llamada. Abro mis ojos paulatinamente y me tomo unos minutos para orientarme dónde me encuentro. La habitación es un caos, hay ropa tirada por todas partes y botellas de ron. El tono de llamada de mi móvil interrumpe mi incepción del lugar, recordándome que hay algún miserable ser de este planeta urgido por localizarme.

Intento levantarme en busca del teléfono del demonio, pero siento que algo me lo impide. Levanto la sábana que me cubre y veo un brazo que me rodea la cintura y es cuando me doy cuenta de que no estoy sola en la cama, hay un hombre a mi lado. Intento liberarme del brazo que me tiene prisionera, pero no lo consigo.

—Enana, deja de moverte —reclama Daniel medio dormido. —Déjame pararme, mi móvil sonó.
—Um, no quiero. Quédate en la cama conmigo, déjame consentirte —comenzó a llenar mi cara de besos y disponía a seguir cuando la puerta de la habitación se abrió.
—Mami, papi, ¿por qué no os habéis levantado? Anoche os extrañamos, ¿dónde estabais?
—Hola, campeón —lo saludó Daniel mientras yo me ponía una bata.
—Klaus, cariño, ¿dónde están la tía Isabel y tu hermano?
—La tía Isabel y Damon están…
Me puse en pie para salir y Daniel me llamó.
—Enana, ¿no hay besito de buenos días?
—Anda, perezoso, levanta.
—¿Te cuento un secreto? —Se levantó de la cama y me abrazó. —Me encanta la historia que estamos escribiendo juntos. —Mama, papá, ¿estáis haciendo a mi hermanita Elena?

Daniel y yo no pudimos evitar reír con las ocurrencias de nuestro hijo de tres años. De pronto, Daniel paró de reír y lo miró.

—¿Quién te dijo que se va a llamar Elena?
—Mamá me dijo que me van a dar una hermanita que se llamará Elena.

Daniel me miró serio.

—Jenny, tenemos que hablar de esa obsesión de llamar a nuestros hijos como vampiros.

Y yo reí y miré al hombre capaz de hacerme cambiar, de hacerme creer en el amor y de luchar por él, con el poder de destruirme, pero que solo me ha dado la historia más bonita, nuestra historia de Amor sobre ruedas.

Fin