Todo lo que quiero eres tú

Capítulo 20. Amores y amistades.

El fin de semana llega, después de la reunión de bingo, hemos quedado en la casa de la abuela de Nick, quien nos ha invitado ─o más bien a mí─, al pequeño convivio que decidieron hacer después del bingo. La casa de la señora Carmen es enorme y preciosa, Nick es quien me recibe en la entrada y me dirige hacia donde están el resto.

─Hola chicas ─las saludo a todas con entusiasmo, Mary, Carmen, Lisa y Mónica se encuentran cocinando en la cocina, sus miradas se dirigen a mi al verme aun en el marco de la puerta.

─Hola, Em ─me saludan al mismo tiempo y con un gesto me invitan a unirme.

─¿Qué cocinan? ─Pregunto al adentrarme a la cocina.

─Prepararemos el postre, Mary nos enseña su receta de pastel alemán.

Cuenta la señora Carmen.

─¿Necesitan que traigamos algo? ─Pregunta Nick a mis espaldas.

─No cariño, estamos bien, aunque tu y Em pueden ir colocando la mesa.

Nick y yo salimos después de tomar los platos hacia el gran comedor y comenzamos a colocar la mesa como nos han pedido.

─Es impresionante que no se cansan de verse.

Comenta Nick sobre su abuela y sus amigas.

─Lo sé, me encanta que sean tan unidas.

─A mí también. Soy de los que cree que no existe una amistad perfecta, pero si en amistades duraderas.

─Es verdad, no hay amistades perfectas. De hecho ─hago una pausa al mirar directo a sus ojos marrones─. Creo que las mejores amistades son así, imperfectas.

─Estoy de acuerdo contigo ─dice con una enorme sonrisa en sus labios─. ¿Qué hay de las relaciones?

─¿Las relaciones?

Lo miro con sorpresa y él asiente.

─Sí, tengo curiosidad por saber cómo crees que es una buena relación.

─¿A qué viene eso?

Pregunto y él se encoge de hombros.

─Vamos, solo curiosidad, aunque respeto si este tipo de preguntas te incomodan.

Lo cierto es que sí me incomodan, pero decido responderle de igual forma.

─A ver ─murmuro al tiempo que dejo caer un suspiro pesado─. Pienso que las relaciones no tienen que ser perfectas y...

Vaya, Nick realmente me ha tomado por sorpresa con su pregunta y siendo sincera, no sé exactamente qué más responder, es como si de pronto mi cabeza se hubiese quedado en blanco con ello. Después de dar vueltas al asunto y no conseguir una mejor respuesta, me rindo.

─Soy pésima en esto. ─Confieso y él ríe─. ¿Qué me dices tú?

Nick se acerca a mí, ambos hemos terminado de colocar la mesa y nos recargamos en ella mientras conversamos.

─Yo también creo que una relación no debe ser perfecta y sobre todo que cuando encuentras a esa persona, creo que lo sientes, ¿sabes? Es curioso, pero uno sabe cuando realmente hay una conexión con alguien y sabe cuando realmente sucederá algo con esa persona. ─Explica con la mirada fija al frente─. Creo que es algo que simplemente se sabe, aunque a veces no queremos admitirlo.

Pienso un poco sobre ello y creo que tiene razón.

─Nos da miedo admitir la verdad, ¿no es así?

─Claro, la verdad asusta.