Capítulo 35. El amor es confuso.

3.3K 375 35
                                    

Ryan pasa un par de días en casa de Lisa, durante esos días, Oliver y yo salimos por las tardes después de clases, aunque no pasamos mucho tiempo juntos. Hoy es viernes, Jade tiene su partido de voleibol por la tarde y Rebecca y yo hemos quedado de vernos en mi casa para irnos juntas al partido.

Después de pasar un par de horas en casa, nos vamos al partido donde encontramos a Jackson, quien nos saluda.

─¿Nos sentamos con él? ─Me pregunta Rebecca y asiento en cuanto veo que hay un par de asientos desocupados a su lado.

Tan solo nos basta un par de segundos para comenzar una conversación, Rebecca se enfoca en el partido al igual que Jackson y yo, aunque nosotros continuamos conversando de vez en cuando, para cuando el partido termina los chicos quieren ir a cenar como de costumbre, pero esta ocasión decido omitir ir a comer y prefiero ir a casa, es uno de esos días en los que no me siento de muchos ánimos como para ir a cenar, además de que no tengo hambre.

Jackson se ofrece llevarme a mi casa de vuelta, pero lo rechazo porque Chris viene a buscarme junto con Milo, quien ya está dentro del auto comiendo un helado doble de color arcoíris,

─¿Mamá trabajará esta noche? ─Le pregunto y él asiente.

─Sí, debe cubrir a alguien de último momento por lo que nosotros debemos cuidar a Milo.

─¿Nosotros o yo solamente? Sé que los viernes por la noche sueles salir.

Se rasca la cabeza, justo cuando el semáforo se pone de color rojo.

─No está noche. Me quedaré con ustedes. ─Responde─. ¿Quieren cenar algo antes de ir a casa?

─No tengo mucha hambre.

Le dejo saber.

─¡Dedos de queso! ─Exclama Milo ignorándome por completo─. ¡Quiero dedos de queso!

Desde que probó los dedos de queso en aquel restaurant chino al que mamá nos llevó hace un par de noches atrás se ha vuelto de sus alimentos favoritos.

─Bien, comida china será y dedos de queso.

Dice Chris más para él mismo.

***

Después de comprar la cena volvemos a casa y voy directo a mi habitación, me alegro de que Chris esté aquí porque él se hará cargo de Milo y puedo tener un tiempo a solas en mi habitación para relajarme. Enciendo el televisor y pongo una película, pero no le pongo suficiente atención porque me pongo en el celular al mismo tiempo.

─Emilie, te buscan.

Dice Chris al abrir la puerta de mi cuarto sin tocar.

─¿Quién?

Pregunto con el ceño fruncido.

─Jackson.

Responde antes de cerrar la puerta. Me siento sobre la cama y me quedo allí mirando a la nada, no esperaba tener visitas de ninguna persona, por suerte, aun no me he puesto el pijama así que solo busco mis zapatos y salgo a encontrarme con Jackson en la entrada de casa.

─Hola.

Me saluda con un gesto de mano, le ofrezco mi mejor sonrisa.

─Hola, ¿qué estás haciendo aquí? ─Pregunto y él se pasa una mano por el cabello, luciendo nervioso.

─Quería comprobar que estabas bien, me pareció que te fuiste muy rápido o que tal vez algo no estaba bien.

Me quedo mirándole unos largos instantes, sus ojos azules me sostienen la mirada todo este tiempo y a pesar de que mantiene una postura serena y relajada me da la impresión de que está un poco nervioso por aparecer en mi casa así de la nada. Debo decir que encuentro el gesto tierno, pensé que nadie notaría mi falta de ánimos y la dejarían pasar así sin preguntar como lo han hecho después de decir que no me quedaría.

Todo lo que quiero eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora