Todo lo que quiero eres tú

Capítulo 36. Contratiempos.

Las semanas transcurren rápido, Oliver se va con Ryan para las vísperas de navidad como había comentado y aunque Lisa me ha asegurado de que volverá y los dos seguimos en contacto, no puedo evitar que una parte de mi se sienta insegura sobre él.

Cuando estas acostumbrada a que las cosas no siempre salgan bien, es inevitable que no exista una inseguridad en ti de que las cosas seguirán tomando el mismo rumbo y hay quienes te dicen que eres pesimista, demasiado negativa pero solo tú sabes en el fondo que hay una parte de ti que desea creer en las cosas buenas, una parte interna que aun conserva la esperanza y lucha con la otra parte negativa que continúa diciéndote que es probable que vuelva a suceder lo mismo que las veces anteriores.

La noche de navidad, mi familia se asegura de hacerme sentir especial como siempre, Lisa me da el regalo que Oliver ha dejado para mí asegurándome que ha sido difícil para ella mantener en secreto que me ha dejado un regalo desde hace días. Los dos video llamamos para desearnos felices fiestas y una parte de mí se siente feliz de ver que luce contento pasando la navidad con su padre y su ahora esposa.

Para año nuevo, soy yo quien recoge a Oliver del aeropuerto y pasamos todo el día juntos sin ánimos de despegarnos, incluso Lisa hace la broma de que somos como muéganos durante los últimos días de vacaciones antes de volver a la universidad.

El miércoles por la tarde, le digo a mamá que me quedaré un par de horas extras en la universidad para trabajar en uno de los proyectos escolares que tengo, recién hemos empezado las clases y los maestros parecen que han recargado las pilas para abarrotarnos de tareas y proyectos a los que no le veo fin.

─¿Y disfrutaste tus días junto a Oliver? ─Me pregunta Jade, quien está conmigo estudiando en la biblioteca. Rebecca no se nos ha podido unir por lo que solo somos nosotras dos.

─Lo hice ─respondo con un pequeño asentimiento─. Por un momento llegué a creer que... ya sabes... ─me encojo de hombros, Jade sabe de mi enorme inseguridad con lo de irse para siempre.

─Bueno, Adams ha cumplido su promesa ¿no? Volvió después de navidad como había dicho.

─Lo hizo ─doy un leve asentimiento antes de intentar volver a concentrarme en mis apuntes, sin embargo, no puedo conseguir concentrarme y termino soltando un bufido─. Detesto ser así, ¿sabes?

Jade levanta la vista de su cuaderno y oprime una mueca en mi dirección al tiempo que ladea la cabeza.

─Oh Em, no deberías detestarlo ─dice con voz suave─. Todos estamos llenos de inseguridades y cosas que nos lastiman y eso no quiere decir que debas detestarte o detestar una parte de ti.

─Lo sé, pero es inevitable no hacerlo, ¿sabes? Es como si mi cabeza estuviera llena de cosas malas que sé que no deberían de estar allí pero aun así están.

Me desplomo en mi asiento y observo a mi alrededor para confirmar que solo estamos nosotras solas.

Jade juega con la pluma en sus manos y luego la deja sobre sus apuntes antes de mirarme.

─Creo que es normal lo que te pasa, Emilie. Sobre todo, porque Oliver... ─le toma unos segundos decirlo cuando se encoge de hombros─. Ya sabes, Oliver se fue sin despedirse, si algún chico hiciera eso conmigo y yo tuviera sentimientos por él, creo que no volvería a dejar que me buscara, aun cuando se disculpara y tú, tu sueles ser única con un maravilloso corazón porque a pesar de todo le has dado una nueva oportunidad.

─O tal vez soy muy tonta como para dejarlo entrar de nuevo.

─No lo creo ─insiste─. La mayoría de las personas somos buenas guardando rencor y resentimiento hacia los demás, nos cuesta perdonar y creemos que los demás siempre serán malos, pero tú de algún modo consigues seguir viendo la bondad o la parte buena de los demás a pesar de que te han lastimado antes, sueles ponerte en el lugar de otros y no todos saben hacer eso, me parece que la mayoría somos muy egoístas.