Llego a casa con un nudo en la garganta y voy directo a mi habitación, por suerte Chris no detiene mi paso. Cómo ya es de noche, destiendo mi cama, me pongo el pijama y me tumbo sobre mi camada dispuesta a arroparme con todas las cobijas que tengo con la intención de sentirme segura y acogedora.
Me quedo mirando a la nada por un tiempo, pensando.
¿Qué hacía con Stacy? ¿Por qué estaban juntos? ¿Y por qué había tenido que ir yo hasta su casa a plena noche?
Tengo un mundo de preguntas en mi cabeza y todas sin respuestas. Al pensar en Oliver vuelvo a pensar en Nick, en la conversación de hoy y después pienso en Jackson.
Oliver. Jackson. Nick.
Nick. Jackson. Oliver.
Jackson. Oliver. Nick.
Pienso en ese orden una y otra vez al grado que siento que me quebraré la cabeza de tanto pensar en ellos, al final, Oliver es quien gana la batalla y se queda rondando en mi cabeza más tiempo de lo usual. No sé si herida es la palabra correcta para decir cómo me siento, pero la opresión que siento en mi pecho y la extraña sensación que se rehúsa a salir de mí solo consigue ponerme más inquieta a tal grado que no consigo conciliar muy bien el sueño.
No le escribo a Oliver y él tampoco me escribe. El lunes por la tarde después de clases, me paso al centro comercial después de recoger a Milo en el preescolar para ir a buscarle un regalo de cumpleaños a Chris, quien está de cumpleaños y como yo soy de las que deja todo a lo último porque muchas cosas no salen como espero cuando las planeo ─aunque sabemos que también soy de planear las cosas─, Milo y yo hemos estado buscando el regalo correcto.
Después de pasar por varias tiendas y pasar por tiendas de juguetes luego de que mi hermanito hiciera un berrinche por ir a la tienda exclusiva de legos, hemos comprado una camisa y un par de calcetines. Es un regalo básico, pero Chris tendrá que conformarse con eso porque Milo me ha ganado que le he comprado un lego de Batman.
─¿Quieres comer pizza aquí? Tengo hambre.
─También yo ─responde Milo en cuanto le digo que tengo hambre. Vamos al local de pizzas que hay en el centro comercial y pido una pizza familiar, no nos la acabaremos así que el resto de los pedazos que sobren los llevaremos a casa.
─Chris necesitara legos para su cumpleaños.
─Chris no necesitara legos para su cumpleaños. ─Le aseguro a Milo quien me mira con sus enormes ojos azules mientras bebe del popote de su refresco.
─¿Y globos?
─Globos si necesitará. Serán necesarios para la decoración.
─¿Y yo decoloraré?
─Sí, pero se dice decoraré.
─Decolaré.
─Decoraré.
Milo y yo nos vemos en una mini lucha de como debe pronunciar la palabra hasta que nuestra comida esta lista. Comemos en silencio y después vamos a casa para revisar que tenemos todos los preparativos para decorar la casa para Chris.
Por suerte, Chris no ha llegado de la universidad lo que me da una ventaja para decorar la casa mucho antes de que él llegue. Mamá saldrá temprano del trabajo y traerá el pastel que hemos mandado a hacer para él además de que pediremos comida italiana para la cena ya que es la comida favorita de Chris lo que me hace guardar la pizza en el refrigerador para otro día.
Jade y Rebecca vienen a casa después de que salen de sus clases y Lisa también viene para ayudarme a terminar la decoración.
─Qué rápido pasa el tiempo ¿no? ¿En serio Chris cumple veintidós?
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que quiero eres tú
Teen FictionTras cumplir la lista y dejar a Emilie con un corazón destrozado, Oliver ha vuelto a cruzarse en la vida de Emilie después de tres meses en los que creyó superar a su primer amor, sin embargo, el primer amor nunca se olvida y menos cuando viene de n...