Todo lo que quiero eres tú

Capítulo 42. De verdad lo siento.

Hago mi mayor esfuerzo por contener las ganas de escribirle a Oliver mientras estoy tumbada en mi cama usando mi celular, checo la conversación que tengo con él y me doy cuenta de que está en línea, me pasa en la cabeza escribir y disculparme porque lo que dije no era exactamente lo que quería decirle, sin embargo, no escribo nada, solo contemplo nuestro chat por unos largos segundos hasta que decido apagar el teléfono.

Lo mejor es darnos un poco de tiempo, pienso, pero me cuesta dejar las cosas inconclusas, para mí es difícil seguir avanzando cuando las cosas están mal con alguien, no debería ser así, no debería de bloquearme tanto porque no quiero dejarme consumir por los malos momentos.

─Em, ¿Quieres ver una película? ─Pregunta Chris después de tocar a mi puerta y entrar sin esperar a que lo invite. Me toma casi un minuto en asentir.

─¿Qué tienes en mente?

Se encoje de hombros.

─Te dejaré escoger.

Dice. No lo sé, pero presiento que sabe que estoy algo triste y por eso ha venido hasta aquí a sugerirme ver una película juntos, sí estoy en lo cierto, no lo dice, solo se va de mi habitación y yo me tomo mi tiempo antes de salir de la cama no con muchos ánimos.

Al llegar al sofá donde Chris ya está con un bowl de palomitas me siento a su lado y tomo el control remoto.

─¿Ya decidiste qué ver?

Pregunta enarcando una ceja, suelto un suspiro antes de negar.

─Mejor escoge tú.

Le digo entregándole el control remoto, Chris se queda callado mirándome fijamente por un tiempo.

─¿Segura que estás bien?

─¿Por qué no debería de estarlo?

Pregunto y él aprieta los labios.

─Porque te conozco Em, eres muy transparente ─dice y contengo el aire por unos segundos antes de dejarlo caer en un suspiro pesado y desviar la mirada de mi hermano.

─Detesto serlo ─niego para mí misma. Es cierto, no soy buena ocultando mis sentimientos, una de las cosas que no me gustan de mí es que a veces suelo ser muy transparente para los demás.

─Oye, a veces no tiene nada de malo ser así.

─Pero otras veces sí ─digo y de nuevo suelto un suspiro pesado. Chris oprime una risita.

─¿Sabes? Siempre he admirado eso de ti.

─¿Ah sí?

Enarco las cejas y él asiente.

─Sí, tal vez te delata en muchas cosas, pero creo que es algo tuyo, ¿me explico? Es como si fuera tu huella personal y todos tenemos una.

─Bueno, quisiera que mi huella personal fuera otra en vez de esa.

─Em, algunas de las cosas que te definen como persona son bonitas, incluso las que tu crees que no. ─Comienza a decirme con sinceridad en él, hay momentos en los que Chris tiene un lado como inspiracional que suele decir cosas... tan suyas. Como no sé qué responderle, me quedo callada por un tiempo y él también.

Por suerte el silencio no es incómodo, pero aun así quiero irme a encerrar a mi habitación. Chris deja salir un nuevo suspiro.

─Escucha, tal vez nos da miedo demostrarnos tal y como somos frente a otros porque tenemos miedo al rechazo y es completamente entendible, pero es cierto, no podemos agradarles a todos como nos gustaría y no voy a negar que a veces no duele, a veces hasta te deprime sentir que no le agradas a alguien lo suficiente pero quien no sabe aceptarte tal y como eres no te merece ni como amiga ni como algo más ─dice con voz seria, trago la saliva que se ha acumulado en mi boca y permanezco callada, Chris me da una sonrisa ladeada─. Recuerda que vales demasiado, aunque no se sienta de ese modo.