Capítulo 43. Que decida despedirse antes de irse.

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─¿Qué estás diciendo?

Siento a mi corazón latir con mucha fuerza que me da la sensación de que podría salirse en cualquier momento y me duele.

Oliver suelta un suspiro pesado y largo antes de responderme.

─Que está vez quiero hacer las cosas bien ─ríe amargamente─. Aunque supongo que nada bueno saldrá después de esto.

─No lo entiendo ─niego.

─Voy a irme Emilie ─suelta por fin─. Me iré con Ryan por la mañana, ya está decidido.

Cierro los ojos con fuerza mientras dejo salir mis lágrimas, no sé como tomarme la situación porque duele demasiado como para procesar todo y siento que pierdo la cabeza, tengo que estar soñando, Oliver no puede irse de nuevo, no quiero.

─Lo siento, he intentado llamarte para decírtelo antes, pero... creo que estuviste evitándome ─se refiere a que no estuve respondiendo sus llamadas anteriores y aunque Oliver no me lo está reprochando, siento culpa de ello.

─¿Por qué?

Consigo preguntarle y espero impaciente a su respuesta.

─Hemos hablado por un tiempo, las cosas entre los dos no son tan malas, pero creo que es lo mejor para todos, para Lisa ─niego para mi misma porque pienso que es une pésima idea, ¿cómo puede decir eso? ¿cómo puede decir que es lo mejor para todos?

Me levanto de mi cama de un golpe y me detengo cuando me siento mareada.

Quiero gritarle, decirle que se vaya a la mierda y deje de bromear, que no haga esto de nuevo porque todo es muy similar a la primera vez en que se fue, sin embargo, el dolor que siento es mucho más intenso que el anterior, es como si me encajaran una estaca en el corazón y la sacaran lentamente.

─Oliver, no puedes.

─Lisa está enferma, Em. ─Dice con un suspiro y hace una larga pausa cuando le cuesta hablar─. Tal vez me convierte en una mala persona marcharme de nuevo, pero ella lo habló con mi padre, le dijo que no podía más, ni siquiera sé si esté muriendo, pero no puedo quedarme más aquí, necesito darle su espacio, me siento como una carga con ella, ¿crees que no me doy cuenta que casi todas las noches llora por mi madre? ¿Qué habla con ella pidiéndole fuerzas para seguir criándome? Tal vez aun no es lo suficiente mayor pero unos meses sola podría ayudarla a relajarse, aunque ya no soy un niño ella aun se preocupa por mí como si lo fuera y yo quiero que este bien.

─¿Y crees que estará bien alejándote? ─Le recrimino y niego─. Eres un idiota si lo piensas. Ella te ama lo suficiente como para no dejarte ir fácilmente.

Hago una pausa e intento controlar mi respiración que de pronto está entrecortada, tengo un nudo en la garganta tan grande que me cuesta tragar saliva.

─Ya he tomado una decisión, Emilie...

Y una pésima decisión, pienso. Quiero gritarle al teléfono, decirle que lo odio, que odio que de nuevo me llame para decirme las cosas, decirme que se va, lo detesto.

Niego.

─Te odio, Oliver.

Mis palabras suenan amargas y afiladas.

─Em...

─¡No! ─Exclamo para callarlo─. Lo digo en serio, te odio. No quiero volver a saber de ti, Oliver.

─Emilie, escúchame.

─No quiero escucharte, no tiene sentido que lo haga.

─Emilie, no estás pensando.

Todo lo que quiero eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora