Capítulo 16. Que espere por ti a la salida el primer día de clases.

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Esos nervios del primer día de clases es imposible no experimentarlos, no importa cuantas veces camines por esos pasillos de la escuela, pero el primer día de clases es un día en el que es imposible no sentir la más mínima pizca de nervios.

Sujeto las correas de mi mochila con fuerza mientras avanzo por los pasillos hacia el aula dónde será mi primera clase, anoche apenas conseguí dormir porque Milo decidió dormir conmigo después de ver la película de Caroline y la puerta secreta ─porque a pesar de que le encanta, la película le asusta─, y mezclado con mis nervios de primer día, no fue sencillo.

Mientras camino por los pasillos, observo al resto de los estudiantes que se encuentran a los alrededores y como los nervios no consiguen irse, termino buscando el baño porque necesito comprobar que no tengo una cara de pánico en el rostro.

Por suerte, no hay nadie en los baños así que aprovecho para echarme un poco de agua a la cara y acomodar mi cabello que luce bien y para nada despeinado, pero como estoy nerviosa, no puedo evitar peinarlo con las manos un poco. Me quedo un rato más en el baño después de checar la hora y comprobar que aun tengo un par de minutos libres antes de entrar a clases.

Al salir minutos más tarde, consigo llegar al salón de clases, no transcurren muchos minutos cuando el profesor llega y el salón se llena de estudiantes. Las cinco horas de clases se pasan rápido ya que como suele ser el primer día es más una pequeña introducción y presentación de los profesores y alumnos, para la hora de salida, me despido de algunos de mis nuevos compañeros con quienes me he quedado conversando un poco y camino hacia la entrada.

Mamá me ha traído y como trabaja hasta tarde, me ha pedido que regrese a casa tomando el autobús, afortunadamente la parada de autobuses no queda muy lejos, sin embargo, al avanzar por el estacionamiento, veo el auto negro de Oliver y a él recargado fuera de su auto con una sonrisa algo ladeada.

─¿Oliver? ¿Qué estás haciendo aquí? ─Cuestiono en su dirección cuando detengo mi paso a pocos metros suyo, Oliver se aleja de su auto y camina hacia mí.

─Salí antes de la universidad.

─¿Ah sí?

Enarco las cejas y asiente.

─Sí. He salido antes y pensé que quizás podía pasar por ti ─percibo nerviosismo en sus palabras, pero rápido se aclara la garganta─. Michelle le ha pedido a Lisa cuidar a Milo así que supuse que no vendría por ti.

Abro mi boca, pero la cierro de inmediato porque no sé qué decir ante eso, no esperaba verlo si soy sincera.

En un gesto nerviosa, me alacío el cabello con las manos.

─Yo, uh... ─¡Vamos Emilie, dile algo! Comienzo a balbucear porque estoy realmente sorprendida de que haya venido por mí a la escuela─. No tenías por qué venir...

Quizás ese no sea el mejor comentario de todos, pero ¿Qué se supone que deba decirle?

─Aun así, gracias por venir a buscarme el primer día.

Me apresuro a agregar porque hay que ser claros, no tenía motivos específicos para pasar a buscarme y lo ha hecho. Si lo pienso de ese modo, encuentro lindo que haya venido por mí.

Como es de esperarse, mi cabeza comienza pensar en mi lista. Quizás no escribí ese punto en la lista, pero por alguna razón pienso en ello.

Que espere por ti a la salida el primer día de clases. Quizás sea algo no tan significante para algunas personas, pero tengo que confesar que encuentro lindo que Oliver esté aquí el primer día de clases esperando por mí porque estoy segura que lleva rato aquí afuera con su auto en el estacionamiento esperando por mí.

Todo lo que quiero eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora