Capítulo tres

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-ROSAS-

Recuerdo claramente el día que Alessio me tomó esa fotografía, la que ha aparecido el día de hoy en su perfil de Facebook, logrando que si ya antes me dolía el alma por enterarme de lo que pretendió al haberse acercado a mí, ese dolor se intensificase, y mezclándose con la rabia, la desilusión y la sensación de haber sido engañada, el dolor es terrible.

Evoco clarito aquella noche. Me hallaba en casa de Allegra, porque teníamos una pijamada.

Yo.

Siento que estés enfermito, Alessio. Espero mejores prontito.

Alessio.

Seguro que mi mejoría sería más rápido si estuvieras aquí en este momento, Aitana.

Sonreí, como boba, mientras le devolvía el mensaje, ignorando la voz de Letizia que cantaba sobre la cama con un micrófono de juguete creyéndose Beyonce mientras cantaba tan "hermoso" que casi lastimaba nuestros oídos. A eso se debía que Allegra y Gaia estuvieran intentando callarla.

Yo

¿Tú dices?

Alessio.

Claro que sí, principessa. Me sentiría estupendamente bien si estuvieras aquí.

Volví a reír, mientras tecleaba.

Yo

Lástima entonces que yo no pueda ir para que te sientas mejor, aunque me gustaría hacerlo.

Me carcajeé cuando me envió un montón de caritas llorando y corazones rotos.

Alessio

¿Segura que no puedes venir a salvar este pobre chico moribundo de la muerte, dolcezza?

Me reí una vez más ante su drama.

Yo

Dios, Alessio, no seas tan exagerado que no es verdad que estés muriendo, solo te ha agarrado una simple gripe, señorito dramático.

Suspiré con una mano sobre el corazón, cuando me envió corazones no rotos esta vez y besos, muchísimos besos, mi pecho a punto de explotar de todo lo que con un simple gesto así y detrás de la pantalla de mi celular, me causaba.

Alessio

Estoy muriéndome, sí, por verte. Por culpa de esta simple gripe que me tiene acá tumbado desde hace tres días, no he podido ver a la señorita más preciosa de esta ciudad, y que echó muchísimo de menos. Todo lo que quiero es verte, Aitana. Ven, así sea un ratito.

Suspirando, tecleé rápidamente mi respuesta.

Yo

A decir verdad, me estoy muriendo por verte también, Alessio, pero son casi las nueve de la noche, y además, estoy en una pijamada con mis mejores amigas, a las que no les agradará que las dejé para correr a ti.

Alessio

Anda, Aitana, ven un rato, solo quiero verte, por favor, por favor, por favooor.

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