-CONFIAR-
—Quiero saber qué es lo que está sucediendo —dice, Alessio, viendo de mí a Ginevra.
—No está sucediendo nada, Alessio —ha respondido rápidamente Ginevra, notándosele el nerviosismo en la voz.
—¿Ah, no? —Me mira a mí, directamente a los ojos—, entonces, ¿por qué has dicho que llegué en el mejor momento, Aitana?
Abro la boca para hablar pero...
—¡Que no pasa nada! —responde Ginevra, no habiendo permitido que yo contestase, más nerviosa cada vez, casi histérica en esa ocasión de hecho.
Ella sin duda no quiere que Alessio se entere que había sido quien me dijo aquello , ¿quizás para que no descubra que tal vez me contó las cosas como no habían sido en realidad?
Mmm...
—Pues yo sí que creo que aquí está sucediendo algo, es demasiado evidente, de hecho. Me di cuenta desde que entré y las vi, iluso no soy. Solo quiero saber qué es. ¡Aitana! —me nombra Alessio, sus ojos en mí, me ve con una ceja alzada, exigiendo esa respuesta.
Observo a Ginevra, noto como, con la respiración acelerada pues se puede percibir con facilidad en la forma como su pecho sube y baja con violencia, como me exige con la mirada no decir nada, como si en verdad creyera que puede darme órdenes, menos, sobre algo que necesito aclarar de una vez por todas.
—Insististe en saber quien había sido la persona que... me dijo aquello que aseguraste no era real, pues, aquí la tienes —señalo a Ginevra, la que mira con los ojos abiertos al ver que sí que fui capaz de decírselo. Sigue respirando con brusquedad—. Fue tu amiguita la que aquel día en esa fiesta en tu casa entró en el baño, y según ella, como un acto de "solidaridad femenina" —entrecomillo— me convenció de que la única razón por la cual te acercaste a mí fue porque... querías llevarme a la cama.
Alessio se volvió de golpe a mirar a Ginevra, la furia saliendo de adentro de sí de forma rápida, reflejándose en sus ojos de un modo que... asusta.
—¡Qué demonios, Ginevra! ¿Es verdad lo que Aitana acaba de decir, tú le dijiste que...?
—Es mentira, Alessio —lo ha interrumpido, mintiendo. La miro con los ojos y la boca abiertos por eso que andaba de hacer—. Te juro que yo no le dije nada. Ella... solo se lo está inventando, para hacerme quedar mal contigo. No le creas.
Me Contengo para no agarrarla del cabello y zarandearla por mentir así en mis propias narices cuando ella sabe que no he dicho nada más que la verdad...
—¿Pero cómo te atreves? —reviro, furiosa, sintiendo que el salón está llenándose poco a poco de estudiantes y que no tardaría en entrar la profesora también—. ¿Te atreves a decir que yo estoy mintiendo cuando ambas sabemos que no he dicho más que la verdad? Mírate, estás temblando, lo estás haciendo porque sabes que no estoy mintiendo, pues no soy ninguna mentirosa. Fue tu culpa que saliera de aquella fiesta llorando por lo que me dijiste, admítelo, ¡vamos!
—Ginevra, ¡la maldita verdad, ahora! —gruñe Alessio, dando dos pasos hacia ella, con hombros tensos, la mandíbula endurecida, donde se ve saltar una vena por la molestia del momento. Los estudiantes que entraron al salón de clases notaron lo que sucedía y se han detenido ahí, rodeándonos, atentos a lo que sucede, entre murmullos bajos. Mis amigas son parte de ese grupo—. ¿Dijiste o no a Aitana todo aquello que además, sabes que es una mentira porque tú estabas ahí aquel día, en esa fiesta en mi casa y la convenciste de algo que no es verdad? —ella niega, intentando mentir otra vez, pero él está ya convencido de que yo sí que he dicho la verdad—. Tengo la clara sensación de que sí que mientes, así que admítelo, te juro que te irá mejor conmigo si lo haces.
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La Melodía Que Nos Une ✓✓
Dla nastolatkówLIBRO 7 DE LA SERIE «AMORES INEVITABLES» LIBRO I y LIBRO II •••• El sueño más grande de Aitana Forter, es llegar a ser una primera bailarina de ballet y poder bailar en los grandes escenarios del mundo, pero ese no es su mayor problema, aún. Su prob...