𝐉𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐒𝐨𝐦𝐨𝐬 𝐌𝐚𝐬 | 𝙺𝚊𝚖𝚊𝚍𝚘 𝚃𝚊𝚗𝚓𝚒𝚛𝚘

~𝐌𝐮𝐠𝐞𝐧 𝐑𝐞𝐬𝐬𝐡𝐚-𝐇𝐞𝐧 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 3°: 𝐀𝐠𝐫𝐚𝐯𝐢𝐨~

- ¿Por que despertaron?- hablo aquel demonio en frente nuestra- Les mostré un sueño feliz ¿No?- decía mientras sonreía y llevaba una de sus manos a su pecho- Podría haberles hecho soñar la masacre de sus familias, ¿Preferían eso?... No, ¿verdad? Sería muy duro.

Mi ceño se frunció ante tales palabras dichas por aquel ser mientras apretaba con fuerza el mango de mi espada que aun no desenvainaba, algo d enojo se apodero de mi ser haciendo que en mi frente se sobresalieran unas venas.

- Esta vez puedo hacer que sueñes que tu padre sigue vivo- hablaba esta vez en dirección a Tanjiro con una amplia sonrisa y los ojos cerrados. En cambio, el pelirrojo que se encontraba al lado mío podía sentir el olor a ira que desprendía poco a poco- Y a ti... Podría hacer que sueñes con tu preciada maestra estando a tu lado viva- me hablo por lo que fruncí más el ceño y apreté los dientes haciendo que rechinaran con aquella acción.

Antes de darme cuenta ya me encontraba detrás de aquel demonio llevando mi espada ya desenvainada hacia su cuello tratando de cortarla pero este salto evitándome por completo.

- Que suerte tengo, vinieron directamente a mi... Es como un sueño, el señor Muzan me dará mas de su sangre y cuando sea mas fuerte podre retar a las Lunas Crecientes para conseguir su puesto- al terminar de hablar Tanjiro desenvaino su espada haciendo uso de su respiración de agua para empezar a atacar al igual que yo me prepare para atacar.

En eso, el demonio uso su técnica de sangre en Tanjiro haciéndole dormir, este se dio vuelta lo mas rápido que pudo para hacer lo mismo conmigo pero no sirvió ya que al entrar al sueño rápidamente me corte la cabeza para seguir peleando. Con el pelirrojo seguimos insistiendo en cortarle la cabeza haciendo que a cada rato entráramos en un sueño con la técnica del demonio hasta que nos hiso mostrar una pesadilla.

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Me encontraba en las afueras de mi cabaña con mi ropa de ese entonces mirando fijamente el cuerpo de mis padres sin vida y a mis costados se encontraban mis dos hermanos llorando desconsoladamente mientras agarraban una parte de mi haori.

- N-Ne-chan... ¿Por que no nos defendiste?- dijo Yushio el menor de los tres mientras era lagrimas mirando donde estaban nuestros padres.

- Pudiste protegernos... Pero solo te quedaste mirando como nos mataban uno por uno... Eres muy mala Ne-chan- me dijo Yukio mientras soltaba mi haori y me miraba con odio en sus ojos ámbar.

De un momento a otro me encontraba sentada en frente de mi padre quien se encontraba parado y con su pie me pateo la cabeza haciendo que cayera el suelo duramente recibiendo una mirada de desagrado de su parte.

- Por dios, si sabría que no servirías para nada te hubiera tirado por ahí, cobarde, sin vergüenza.

Otra vez cambie de sitio y esta vez me encontraba mirando el cuerpo de mi hermanito y mi padre recostados en la pares de la casa abrazados como si papa la estuviera protegiendo.

- Eres patética- escuche una voz conocida a mis espaldas haciendo que me volteara y encontrara a mi madre abrazando a Yushio sin vida- Ojala y no te hubiera parido, eres inservible, debrias haber muerto tu... ¿Cómo es posible de que sigas viviendo? - me dijo elevando la vista mirándome con odio.

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Al despertarme, lagrimas en mis ojos salían como cascadas pero mi enojo era mayor a la tristeza y dolor de las palabras que me dijeron "mis familiares", era un sueño... Una simple pesadilla ya que mi familia no era así... Mi familia era lo mejor que me pudo pasar en mi corta vida, no puedo quedarme en un sueño y vivir en el pasado, tengo que ver la realidad y vivir en el presente... Saber que no estarán conmigo en este camino lleno de dolor pero... Seré muy feliz con mis recuerdos de mi adorada familia que es una de mis razones para seguir adelante y vengarlos para cortar la cabeza al rey de los demonios... Muzan.