VOLANDO ENTRE LO AMARGO. Libro 2. [En edición].

CAPÍTULO TRES

LILY

Estar con ellos sólo me ha traído experiencias.

La equitación es una de ellas, porque siento más confianza estando montada en Webster y también puedo sentir su paz y tranquilidad teniéndome encima.

Abraham decidió dejarme con él mientras él monta otro semental el cual es divino, color palomino con melena larga y una contextura que llama bastante la atención.

San está montando a un andaluz bastante llamativo, Jean está en una yegua mustang completamente domada color gris, Dawson se decidió por un árabe negro y Mauricio...

Mauricio está sentado en una esquina viendo su celular con la frustración saliéndole de su cuerpo, pero bueno, quién lo tiene cayendo por alguien.

Quito mi atención de él y decido irme con Webster a dar un paseo a los alrededores de todo el terreno que le pertenece a los padres de Abraham y veo como hay niños aprendiendo a montar, chicos entrenando salto, otros cuidando a los caballos, familias juntas disfrutando de la vista y de los caballos hasta que mi atención queda en Abraham, quien está entrenando junto con lo que pienso son los competidores estrella de aquí.

Webster relincha y lo calmo, me quedo viendo todo lo que hay alrededor, todo está limpio y ordenado. Decido seguir con Webster llegando hasta el lago que hay aquí, él empieza a beber y lo dejo en lo que yo me pierdo en mi propio reflejo.

Me veo diferente, me siento diferente.

Y me gusta mucho eso, me veo sonriendo por microsegundos hasta que veo...

Levanto mi mirada para asegurarme de que estoy viendo bien y sí, efectivamente estoy bien.

—Ian...

—Lily—vuelve a verme—, tanto tiempo, hasta ahora eres capaz de dirigirme la palabra.

Desde que pasó lo que pasó, no pude seguir hablándole al lo que sea de una de las personas que fue cómplice en todo lo que me pasó.

Porque sí, clara estoy de que no fue solo Thomas, fueron también personas que estaban con él, pero él fue el principal, él era la persona que más me importaba, la primera persona de la cual me enamoré.

Ver a Ian aquí de cierta manera no me sorprende porque sé que le encantan los caballos y desde que conoció a Darkus seguramente viene seguido.

—Nunca pensé que fueras así y le hicieras eso a Thomas...

Quedo confundida cuando me dice eso y él lo nota.

—El irte con el ser que te destruyó, Lily... ¿qué crees? ¿Qué Hallie no me contó todo?

Efectivamente.

—Las personas siempre vamos a guardar cosas—le quito la mirada volviendo a ver al lago—, sentimientos, acontecimientos, verdades—siento la rabia acumulándose dentro de mí y la descargo toda en la rienda apretándola con fuerza—, y pues... Thomas sabía que San siempre había sido primero—vuelvo a verlo y la decepción que veo en su rostro me duele—, fue muy tonto por parte de él hacer lo que hizo—controlo mis emociones sin dejar que nada se muestre, no dejo que se muestre el dolor, el resentimiento, lo destruida que estoy por dentro—, que fue enamorarse de mí.

—Definitivamente—responde de inmediato—, por suerte Hallie siempre ha sido sincera conmigo, y cuando me contó todo quedó destruida, porque ella sabía que siempre habías sido tú para él, incluso se apartó de Thomas para que lo de ustedes funcionara, y que le hicieras eso...

Maldita mentirosa de mierda.

—Oh, hola—veo a un lado y captando a Abraham acercándose, su saludo viene lleno felicidad falsa—, ¿cómo están? —ve a Ian y luego me ve a mí—, yo excesivamente cansado, ya saben, el entrenamiento y todo eso...