Seis meses después.
THOMAS
Todavía puedo sentir lo suave de sus labios en los míos.
Todavía puedo sentir su piel sobre la mía, cuando me despierto por las mañanas juro ver sus ojos, su cabello increíblemente lacio un poco despeinado, sueño con el montón de veces que estuve con ella, con nuestros pequeños momentos llenos de felicidad e incluso nuestras discusiones y confesiones.
El daño que me hago y el daño que me hace mi subconsciencia es el peor karma, la terapia y ayuda psicológica que llevo recibiendo desde que estoy dentro de la disquera luego de contar toda mi historia puedo decir que me ha ayudado con mi depresión por la pérdida de mi madre, pero con respecto a ella...
La única manera de desahogarme es escribiendo canciones...
Porque no soy el tipo de artista que hace batallas, soy el tipo de artista que pasa metido en un estudio escribiendo canciones que por cierto la mayoría se enfocan en ella. En el dolor que me produje yo mismo por dejar que mis impulsos la alejaran en menos de diez minutos meses anteriores.
La peor parte de todo esto es que ya no la puedo ni siquiera ver, eliminó muchas de sus redes sociales, cambió su número y la única red social que tiene está privada, su foto de perfil es un simple fondo morado y... eso es todo.
Ahora tengo todo lo que nunca pensé tener, reservaciones en los mejores hoteles, las mejores comidas, ropa de marcas caras, pero aun así me siento tan... vació, y es ese tipo de vació que ni siquiera la tristeza llena, es como si solo fuera un robot.
La hoja en blanco que estoy viendo me recuerda que estoy escribiendo la segunda canción del álbum, una más que se trata de ella, un desahogo más.
Desearía poder volver a ese momento para no haber dicho lo que dije, para no apartarla a como lo hice y sobre todo para no guardar esa imagen de ella con miedo de mí, de esos ojos que gritaban que quería ser salvada de mí,
Los ojos que más adoro llegaron a tener miedo de mí.
Me demostraron que era el peor de todos, que mi amor no significaba nada cuando de provocar dolor se trataba.
La factura me hace pagar todo el dolor multiplicado con severas alucinaciones de que estás aquí.
Te juro que no hubiera querido que mis demonios explotaran contigo, porque me hacías sentir como un ángel.
Pero después de todo no puedes cambiar la naturalidad de una persona ¿no?
...
Y eso no es un defecto, simplemente el verdadero ángel eras tú.
Y un ángel no se puede casar con un demonio como yo.
Y un ángel no se puede casar con demonio como yo.
Sólo en mi mente.
Sólo en mi mente...
Dejo que el plumón caiga a un lado del escritorio y por un segundo analizo lo que he escrito en un tiempo record. Las manos me tiemblan y aprieto mi mandíbula antes de sentir como una lágrima me recorre la mejilla.
Luego otra...
Y otra...
Escucho cuando abren la puerta y trato de relajarme dejándome llevar hacia atrás hasta que toco lo suave de la silla, a mi lado se pronuncia mi manager y no puedo volver a verlo.
—Te traía los logos que me dio Avril—los pone en la mesa y mis ojos se van directo al que está de espaldas con una capa y un sombrero—, ¿cuál es que más te agrada para que dentro de unos meses te des a conocer al mundo como "Darkknight"?
—Este—. Pongo mi índice en el logo.
—Tenemos los mismos gustos—lo toma en una mano y con la otra toma los demás—, si no te sientes bien todavía tómate tu tiempo, no te presiones.
No lo hago yo, lo hace mi cabeza.
—Claro—. Le respondo y levanto mi cabeza para verlo.
—Me retiro, le llevaré esto a Avril y luego haré otras cosas—me da la espalda y empieza a caminar hacia la salida—, Thomas... —se voltea nuevamente hacia mí con una sonrisa en la cara—, no puedo decir que te comprendo por lo que pasas, pero... ponte a pensar un segundo, hace seis meses llegaste a Nueva York, has estado en los mejores hoteles, con la mejor comida, personas que hacen cosas por ti, próximamente sacas tu primer álbum, trata de sacar un poco de felicidad de ese cuerpo—me guiña el ojo—, conoce gente, chicas, conoce tu nueva casa.
—Tienes razón.
Le respondo aunque no tiene para nada la razón, no estoy en un momento en donde quiera conocer a nadie, en donde quiera conocer Nueva York, en donde quiera tan siquiera ser feliz.
Sólo quiero expresarme, sacar todo ese sabor amargo que me dejó mis errores en el pasado que por cierto no está tan lejano.
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VOLANDO ENTRE LO AMARGO. Libro 2. [En edición].
RomansaDos años han pasado desde el acontecimiento de Lily y Thomas, dos años en los que no se han vuelto a ver la cara, dos años en los que Lily cambió no solo físicamente, sino también mentalmente, y eso también implica el que su manera de pensar cambiar...