IX

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Me sentí muy ansioso al no encontrar una mentira que pueda decirle a mi padre, tenía que ser algo que creyera de forma rápida, algo que ni siquiera le diera tiempo de dudar.

Volví a soltar un suspiro, cosa que llamó la atención de todos los que se encontraban dentro del carruaje, pues, lo he estado haciendo desde que salimos del castillo.

—Puedes decirles que cruzaste el río, para que te encierren y no vuelvas a poner un pie fuera nunca más.

—¿Por qué mejor no te fuiste volando? —pregunté fastidiado de que se pusiera a hablar ahora—. Está lleno, lo único que haces es estorbar.

Con mis palabras se le borró la sonrisa que había tenido en sus labios. Los ojos de Kai me miraron furiosos, tuvo intenciones de ponerse de pie pero Chanyeol habló.

—Quieto. —Le ordenó. Me burlé en su cara, cosa que hizo molestar más a Kai, y aun así no se movió— ¿Quieres seguir pensando? Deja de provocarlo.

Rodé los ojos cuando Chanyeol se dirigió a mí. Miré por la ventana, ignorando que Luhan se encontraba a mi lado hablando con el niño de cabello marrón. Luhan se encontraba en medio de ambos.

Así que esta era la persona con quien tenía que compartir la amistad de Luhan. Los dos niños parecían sentir mucho aprecio por el otro. Aquello me llenó de celos, estaba sintiendo celos de un niño, un niño con el que fácilmente Luhan puede remplazar mi amistad. Porque después de todo, parecían de la misma edad, solo que Luhan era un poco más alto. Estoy seguro de que también compartían muchas cosas en común, mientras que yo, era un adulto, con el que solo entablaba conversaciones porque no me gustaba jugar. Éramos muy diferentes, él siendo un campesino y yo siendo parte de la realeza.

Siempre sentí celos. 

De todos.

Era alguien demasiado celoso.

La primera vez que sentí tal sentimiento fue cuando mi padre le prestaba más atención a mi hermano y me dejaba de lado. Cuando las personas estaban al pendiente de él por ser el futuro rey, ignorando mi existencia. Debo admitir que no me gustaba ser el centro de atención, pero me dolía que no me dieran algo de importancia. Me sobreprotegían; sin embargo, eso no se sentía real.

Esto solo empeoró, en el momento en que mi padre me dejó en el castillo mientras él se iba a luchar con mi hermano. Mis celos aumentaron porque todos obedecían las órdenes de mi hermano y no las mías. Sentí que no era importante para nadie y que mi palabra no valía nada. Me llenaba de impotencia tener que obedecer todo lo que ellos decían al pie de la letra, mientras que yo pedía una sola cosa y nunca me escuchaban, y la unica persona que lo hacía, no podía hacer mucho por mi

Estoy consciente de que mi hermano es el futuro rey, pero al menos podían obedecer mis peticiones por una sola vez.

Aun así, los celos no fueron sentimientos que trajeran consigo el odio.

Bajé del carruaje después de que Kai lo hiciera, miré el lugar lleno de enormes árboles y con olor a humedad, de este lado no se veía el río. Pero se escuchaba el agua caer de las cascadas. Aquel puente, era como un sendero que te transportaba a otra dimensión.

—Espero que entiendas la razón, pero no debes volver.

Chanyeol le habló a Luhan, este asintió, su rostro mostraba tristeza. 

—Hasta nunca, espero no verlos más —soltó Kai indiferente.

Miré con molestia al ser de ojos morados.

Era un antipático.

—Escucha esto... Volveré...

—No, no lo harás. —Chanyeol me interrumpió, su tono de voz salió áspero.

En Los Ojos Del Dragón || ChanBaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora