En Los Ojos Del Dragón || ChanBaek.

XV

El médico nos informó que Chanyeol se encontraba estable, que podía levantarse de la cama, pero que no se sobreesforzara.

Me hicieron dormir en una habitación bastante cómoda y con las ventanas bien selladas, pues Kai aseguraba que yo era uno de los principales sospechosos de querer matar a su rey. No me importaba, porque no tenía planes de escapar.

Chanyeol estaba sentado, se veía mucho mejor que ayer.

—Dile a Xiumin que reúna a todos los blancos que trabajan bajo el techo del castillo.

—¿Qué? —preguntó con las cejas alzadas Kai—¿Por qué…?

—Estoy seguro de que reconozco a uno.

—Majestad, eso es imposible.

—No lo es… —Me quedé callado mientras los escuchaba, el rey volvió a hablar—. Recuerdo a uno de ellos.

—No...

—Solo estás tratando de convencerte, Kai —Chanyeol se movió hacia el filo de la cama quitándose las sábanas, estaba en una ropa formal, incluso enfermo utilizaba esas prendas—, pero sé que fue uno de ellos, estoy seguro y tú no debes dudar de mi palabra.

—¿Estás tratando de cubrir al humano culpando a uno de nosotros?

Chanyeol suspiró, frotó su frente con una de sus manos. En ese momento una criada entró en la habitación y se acercó a su rey, le ayudó a ponerse los zapatos.

—Kai, Baekhyun no hizo nada. —El hombre de ojos rojos se puso de pie mientras la criada sacaba una capa de color vino del armario, empezó a acomodarla sobre Chanyeol—. Hay dragones que no están de acuerdo con las normas del último siglo, eso les molesta. Ellos deben estar detrás de todo esto.

—Pero estás culpando a los Blancos, ellos, la mayoría de ellos, son mis…

—También lo son para mí, pero eso no les impidió atacarme.

—Entonces va a…

El silencio que se hizo mientras la mujer terminaba de acomodar la capa sobre Chanyeol fue incómodo para mí y el breve silencio fue desesperante para Kai, me pareció que le dolió mucho que su misma raza los haya traicionado. Kai había preferido mil veces que hubiese sido yo el culpable de herir a su rey y no alguien en quien confiaba.

—No tengo opción.

Después de esa conversación, nos dirigimos hacia una de las tantas salas que tenía este castillo.

Ver a los dragones blancos fue extraño, porque parecían hermanos, había como unos diez de ellos. Todos eran iguales, su cabello, ojos, pestañas y cejas hacían que su rostro tuvieran mucho parentesco, no obstante, si los observabas bien, allí descubrirías que no era así.

Estaban en una fila horizontal, todos con sus cabezas agachadas y sus manos juntas. ¿Parecían preocupados? Sí. ¿Estaban nerviosos? También.

Entre todos ellos estaba Minseok, que solo me dio una pequeña sonrisa cuando me vio y luego se mantuvo con la mirada en el suelo. No llevaba armadura, todos estaban desarmados. Había guardias detrás de ellos, un movimiento en falso y terminarían muertos.

—Se los ha convocado aquí porque el día de ayer, antes de que la tarde cayera, el rey fue atacado por… Por dragones. —Kai estaba incluso más nervioso que los mismos sospechosos, su voz era alta, pero esa sensación de nerviosismo se hacía presente cada vez más—. El rey asegura haber reconocido a uno de ellos. Porque estaba en su forma humana y aunque lo hubiesen segado, él pudo ver de quién se trataba.—Kai retrocedió e hizo una señal para que Chanyeol diera pasos al frente, quedando más cerca de los sospechosos—. Majestad.