XL

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—¡Nos vemos! —exclamó el pequeño Sehun agitando su mano.

Miré a Chanyeol, que se encontraba de pie cerca de Kai. Me sonrió y le devolví el gesto, no me apetecía regresar a casa, no quería alejarme de Chanyeol.

Estaba seguro de que no podía volver mañana, ni al siguiente día, pues eso solo levantaría sospechas en mi hermano.

Le dije a Chanyeol que regresaría en una luna, quizá después de eso. Él me contestó que me estaría esperando.

Crucé el puente y bajé aquella cascada.

—¿Puedo decirle a mis padres que estuve contigo? —me preguntó Luhan.

Asentí.

—Por supuesto. Diles eso.

—¿Desde cuándo te gusta Chanyeol? —inquirió con la cabeza cabizbaja.

—Pues... No sé.

—¿No sabes?

—Solo paso.

—Ah, ya veo. Los adultos se enamoran, pero no se dan cuenta en qué momento sucede. Son tan raros.

Me reí.

—Abrígate bien quieres. Ten cuidado cuando vayas a visitarme. —Aconsejé.

El niño asintió. Habíamos dejado el bosque atrás, estábamos cerca del pueblo y él se iría por un camino distinto al mío. Seguí mi rumbo, las personas no me miraban, ya que tenía puesta la capa y mi cabello no estaba a la vista.

El frío se intensificaba, así que me apresuré a llegar al castillo. Los guardias ni se inmutaron cuando aparece frente a ellos, entré y me dirigí a mis aposentos.

Lo último que quería era encontrarme con alguien. Subí las escaleras, gire en una esquina, subí más escaleras, volví a cruzar un pasillo, al final de este estaba mi habitación.

Antes de llegar a mi puesta me detuve por la voz de alguien.

—¿Dónde ha estado?

Me giré lentamente hacia la persona que me había hablado. Encontré a Siwon, recto y con esa cara seria, algo habitual en él.

—Hola.

—Estuvo más de seis días sin asomarse por aquí —me dijo como si yo fuera consciente de ello.

—He estado bien, si eso es lo que te preocupa —hablé mientras le daba la espalda, abrí la puerta y entre en mi habitación.

No las cerré, porque sabía que Siwon entraría conmigo.

—Su prometida ha venido tres veces. Tienes que ser más responsable con eso.

—No me voy a casar.

—¿Qué? —preguntó atónito—¿Qué está diciendo?

Me quité la capa que tenía puesta, la nieve que había sobre esta se estaba derritiendo. También me quité los guantes y entonces fue que alce mi mirada hacia Siwon.

—Lo siento. Sé que me has educado para ser un buen príncipe, pero no lo haré. Amo a alguien más.

—¿Cómo es posible? Baekyun, no puedes dejar de lado sus obligaciones.

—Obligaciones que no pedí.

—¡Por los dioses! ¡No diga eso!

—No me voy a retractar.

Siwon estaba de pie horrorizado por mis palabras, no era mi intención decepcionar a la única persona que me ha querido en este lugar, no obstante, tampoco iba a dejar de lado lo que sentía y aceptar lo que los demás quería para mí.

En Los Ojos Del Dragón || ChanBaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora