XXXV

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—¿De qué carajos estás hablando? —me pregunto un poco enojado—. No he dicho que no seas suficiente, es solo que eres un humano. Además... ¿De qué princesa estás hablando? ¿Es que no lo entiendes? Te ha elegido a ti y eso es lo único que debería importarte.

—¿Y si no soy capaz de cumplir sus expectativas?

Soltó una risa sin gracia.

—¿Es en serio? No creo que él esté contigo para que llenes sus expectativas.

El rostro de Kai se iluminó de un tono amarillento, ya que algunos criados empezaron a encender las antorchas que había a nuestro alrededor.

—¿Y si hubo alguien mejor que yo? Chanyeol me preguntó por una princesa...

—No digas su nombre —Me advirtió—. Es cierto que tuvo a alguien hace muchísimo tiempo, pero no era una princesa.

—Te-tengo que cono-cerla —tartamudee, estaba tiritando de frío.

Él me miró un momento, soltó un bufido, parecía cansado de tener que hablar conmigo.

—No puedes.

—¿Por qué no? Tengo que saber lo que...

—Esta muerta —Me interrumpió, me quedé paralizado cuando dijo eso. Mis piernas flaquearon y caí sobre la nieve.

¿Qué?

—Yo...

—Hubo una princesa, es cierto, sin embargo, no significó nada en la vida del rey. Nadie ha sido importante para él, excepto una persona, pero tampoco está aquí. —Kai se mantuvo de pie, no me atreví a mirarlo y simplemente me dediqué a escuchar lo que me estaba diciendo—. Él conoció una mujer antes, pero murió en la última guerra, de todos modos ya no sentía nada por ella porque ya tenían varios siglos sin ser algo. Estás haciendo todo esto para nada, no vale la pena seguir indagando en el pasado y la princesa de la que tanto quieres saber era pareja del antiguo rey. No hay más, no existe algo más. Ahora levántate de ahí y ven a cenar, el rey llegó hace poco y te está esperando.

Se acercó despacio, se quitó la capa que tenía puesta y la puso sobre mí. No me ayudó a levantar, no me tocó aunque me haya puesto la capa encima, hizo aquello y se fue. Me quedé solo un poco más, mirando a la nada. Mi estómago gruñó, así que me levanté despacio, aferrándome a la cálida tela que me había obsequiado Kai. Seguí el camino hacia el comedor. Cuando llegue allí, Kai también se preparaba para ingresar, golpeó la puerta y desde adentro se escuchó la voz de Chanyeol indicando que podíamos entrar.

Cuando entré hice lo posible para no mirarle a los ojos. Estaba avergonzado por hacer todas esas tonterías, por ser insistente al preguntar por esa princesa cuando no había significado nada para él.

Tomé asiento lo más alejado posible de él, Kai no se sentó, solo se quedó de pie. Todos los platos de comida se hallaban cerca de mí, la parte de la mesa donde se encontraba Chanyeol estaba vacía.

—¿Entonces? —preguntó Chanyeol a Kai—¿A qué se debe el que estés aquí?

—Majestad, Xiumin, me ha enviado una carta.

Kai se acercó a Chanyeol y le entregó el papel. Miré de reojo que Chanyeol empezó a leer la carta en silencio, segundos después dijo lo siguiente:

—Lo han encontrado.

Alcé mi mirada.

—Supongo que llegarán al amanecer. Estaré al pendiente.

Kai estaba muy tranquilo. Creo que así actuaba cuando se trataba de sus responsabilidades. Le hizo una reverencia a Chanyeol.

En Los Ojos Del Dragón || ChanBaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora