XXXIX

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Me asomé a la ventana y me percaté de que Chanyeol se encontraba hablando con algunas personas. Reconocí enseguida el cabello verde y llamativo de la señorita Yuri.

¿Qué estaban haciendo aquí?

Me dirigí a la puerta, para ir con ellos. Caminé deprisa por los pasillos, pensando en lo que ellas podían estar haciendo aquí.

Mis pies se detuvieron en el momento en que mis ojos captaron una escena que jamás en mi vida imaginé ver. Kai besaba a alguien, esta persona estaba acorralada contra la pared mientras sus manos tocaban con bastante libertad el torso de Kai(que gracias a los Dioses) aún seguía cubierto.

Si me movía, llamaría su atención y si me quedaba aquí también lo haría. ¡Dioses! ¿Qué hago ahora? ¿Cómo puedo huir sin que ellos se den cuenta de mi presencia? Kai le estaba haciendo a Kyungsoo todo lo que yo quería que Chanyeol hiciera conmigo.

—Pueden buscar un lugar más privado —hablé lo más alto que pude, entonces ellos rompieron el beso.

Kai tomó distancia enseguida.

—Baekyun —dijo mi nombre, el hombre de cabellos naranjas, me miró avergonzado de que los haya descubierto, de que haya visto una escena como esta.

—Los niños pueden levantar en cualquier momento.

Fue lo único que pude decir, decidí seguir mi camino, pase de Kai. Este no dijo absolutamente nada, sin embargo, me di cuenta de que tampoco estaba avergonzado de que lo haya visto hacer una cosa como esa en medio del pasillo.

Él no tenía vergüenza, pero yo sí.

Bajé las escaleras, tratando de borrar aquella escena bochornosa. Mis mejillas parecían un horno de lo caliente que estaban. Antes de llegar a la puerta, Chanyeol entró por estas y se detuvo al verme.

—¿Tan temprano? Creí que dormirás más.

Caminó pasando de mí, detrás de él apareció la mujer de cabello verde, inclinó su cabeza en forma de saludo, pero no me dirigió ni una palabra, y detrás de ella, estaba la mujer de cabello azul, que me sonrió amable.

—Que gusto verlo, Baekyun.

Le sonreí, sin decir palabra alguna.

Pasaron de mí y yo me quedé mirando a través de las puertas como la nieve caía allá afuera. Supongo que Chanyeol estará pendiente de sus invitados, así que debería enfocarme en otras cosas, como ver el mar de más cerca.

—Veo que sigue vivo.

Me sobresalté cuando escuché la voz de Yuri detrás de mí. Pensé que me había quedado solo, pero ella ha decidido hacerme compañía y charlar conmigo.

La miré. No iba a hablar de más, tengo que guardar la calma, aunque no creo que importe, pues ella sabe que soy un humano.

—Lamento que su deseo no se hayan podido cumplir, Yuri.

—No es lo que deseo. Es lo que se debe hacer. —Me miró directo a los ojos—. Me gustaría que me responda lo que la última vez no me pudo.

¿Acaso me llamo cobarde de forma indirecta?

—Sí. —Acepté finalmente sin dejar de verle a los ojos. Sé que no debería decirle esto, además, ella lo sabe y no hay necesidad de repetirlo, pero estoy cansado de que moleste tanto y quiero demostrarle que no soy un cobarde—. Soy un humano.

—¿Y qué hace aquí? ¿Por qué no lo mataron? Usted debería estar muerto.

—Hicimos un trato.

—¿Un trato? —preguntó como si hubiese escuchado una broma salir de mi boca. Soltó una risa falsa y luego procedió a decir—: Todo humano que pise estas tierras debe morir. Usted ni siquiera tiene que estar vivo. En la ley no está que se puede perdonar una vida solo por un trato. ¿Qué fue lo que hizo? ¿Por qué lo hicieron? Si la gente...

En Los Ojos Del Dragón || ChanBaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora