XLI

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—El río es un lugar prohibido. —Me recordó mi hermano.

—Es como la quinta vez que me lo repite —dije con mi ceño fruncido. Me encontraba en una silla observando a una mujer, cantaba algo a lo que no presté atención, debido a que mis pensamientos solo estaban recordando constantemente a Park Chanyeol.

¿Park Chanyeol, que estarás haciendo en este momento?

—Por cierto, hoy vendrá Doyun...

Mi hermano me dio un largo vistazo, esperaba una respuesta de mi parte, alguna emoción, pero yo solo me encontraba inexpresivo, como todos estos últimos días.

Solté el aire que había retenido en mis pulmones.

—Me alegro.

—Pues no lo parece.

Le di una mirada, entonces sonreí.

—Estoy contento por esa noticia. ¡No sabes lo desesperado que estoy por verla! Ella es tan...

—No tienes que exagerar. —Me detuvo, miró hacia al frente donde se encontraba aquella mujer. En silencio por un largo instante— ¿Es linda, no?

—No me interesa.

—¡Dioses! ¿Qué es lo que puedo hacer para que te rías? Has permanecido con ese malhumor los últimos días. ¿Hay algo que quieras?

—Nada que puedas darme.

—Puedo darte todo.

Le di una larga mirada. Me giré hacia la mujer que seguía cantando y nadie de los que estaban aquí presente le prestaba atención.

—No quiero casarme con Doyun —confesé sin despegar los ojos de aquella mujer, pero pude sentir la profunda mirada de mi hermano sobre mí.

—Tenías razón.

—Haejoon...

—Debes casarte con ella. Tiene linaje real, no hay más opciones. Son las reglas.

Me puse de pie. Lo miré desde arriba y eso fue una ofensa a su persona. Se levantó rápido, su rostro se le enrojeció, porque siempre le ha gustado que lo respeten, además, está acostumbrado a ello. No tolerará que alguien, ni siquiera yo, cometa una ofensa como esa.

—Entonces no puedes darme todo.

—Soy el único que puede hacer y deshacer en este reino, Baekhyun. No me faltes el respeto.

—No era mi intención hacerlo, majestad.

—No me hables con ese tono.

—Voy a retirarme.

Pase de él. Frente a él.

—¡No te he dado la orden de que podías irte y dejarme aquí plantado!

Me detuve. Me giré en su dirección, note que estaba rojo y apretaba los dientes.

—¿Vas a hacer un escándalo por nada? —pregunté observando que mis padres se dirigía a nosotros.

Me hermano pareció darse cuenta de eso.

—No pasa nada —le dijo en cuanto mi madre llegó hasta él—. Lo siento.

—No tienes que disculparte con él. Ha estado de mal humor todo este tiempo.

No opiné nada al respecto cuando mi madre le dijo eso a mi hermano.

—Baekyun, que hiciste? —preguntó mi padre con preocupación—. Tu hermano, nunca pierde los estribos solo porque sí.

En Los Ojos Del Dragón || ChanBaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora