💚✧⁠* - ꒯꒤꒒ꉔꏂ, ꒯꒤꒒ꉔꏂ ꃳꄲ꒤ꋊ꓄ꌦ

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Todo iba bien hasta que Kai se acordó de que había que subir por una cuerda hasta el barco volador. O no se acordó; simplemente se vio metido en un aprieto cuando por fin llegó. ¿Cómo se supone que subiría a los dos hasta allá?

Por suerte, se dio cuenta de que no estaba solo.

La cabeza de Cole se asomó por la borda a unos metros más arriba de sus cabezas, y la voz Jay anunciando su llegada retumbó en sus oídos. Se sentía tan aliviado que hasta la voz de Jay le pareció tranquilizadora.

Luego Zane bajó una escalera y él con ella.

-Hola... -dijo Kai. Se veía más cansado que nunca, con la cara roja, el cuerpo cubierto de nieve y la frente perlada de sudor.

-Me explicarás todo después -dijo Zane-. Subamos ahora.

Zane observó a Lloyd -dormido aún- y a Kai, probablemente pensando en quién es al que debería de cargar para subirlo. Kai lo dejó sin palabras cuando le dio a Lloyd y se tiró en el suelo.

-¿Te quedarás allí? -preguntó Zane. No parecía una burla, sino una pregunta sincera.

-Iré pronto.

Unos minutos después, los tres estaban arriba, cuando Kai juntó las fuerzas suficientes. Arriba, Nya lo recibió con una manta calientita.

-¿Cómo supieron que estábamos aquí? -dijo Kai luego de sentarse en el sillón, sumamente reconfortado.

-Tienes rastreador -se burló Jay. Nya le dio un codazo.

-Es por seguridad -dijo ella-. Todos tenemos uno, Jay.

Jay puso cara de decepción.

-¿Qué les pasó exactamente? -preguntó Zane, acostando a Lloyd al lado de Kai. Al lado de él, hasta Kai se veía al cien.

Kai les explicó todo, recortando las partes en las que había visto a Garmadon lanzarle a Lloyd una esfera de plasma púrpura y su pequeña plática con el niño, en donde de seguro lo había echado todo a perder.

Luego observó a Lloyd. Seguía teniendo la cara pálida, con ojeras alrededor de los ojos y los dedos azules de las manos. A pesar de estar durmiendo, no parecía que estuviese descansando; fruncía el ceño.

-Ninguno tiene heridas graves, o al menos superficialmente -dijo Zane cuando Kai terminó su relato-. Pero no entiendo por qué Lloyd tiene los dedos azules si no hay indicios de hipotermia. Tengo que revisarlos. A los dos. Kai, ven conmigo.

Zane se veía bastante serio, aunque no es que fuese muy risueño. Se llevó a Lloyd a su dormitorio -general, pues todos compartían una sola habitación-, a la cama que le habían destinado a él. Kai lo siguió de mala gana.

Zane le quitó la capa a Lloyd para destaparle la cabeza y la espalda. Hasta su cabello rubio se veía gris, ¿o era imaginación de Kai? Después prosiguió a levantarle un poco a camiseta. ¿Cómo sabía Zane que se encontraba mal de allí? Tenía ampollas en la piel, rojas y moradas. Luego examinó sus dedos, y su frente.

-Cuarenta grados -dijo Zane-. Es probable que tú también tengas fiebre, Kai, pero la de Lloyd no es por exposición al frío. Dime lo que realmente pasó.

Kai pensó en negarlo, pero al ver a Lloyd recostado en la cama, con la cara pasiva y de mal aspecto, no pudo evitarlo y se lo contó todo... brevemente y emitiendo algunas partes.

-Así que su padre. Garmadon ha vuelto -dijo Zane-. ¿Están seguros?

-Lo vi con mis ojos, Zane.

Kai se sentó en su cama, la de arriba de Lloyd, y se acostó en ella. Se sintió mal por dejar a Zane solo abajo, pero la cabeza le pesaba demasiado. Al no hacer contacto visual con Zane mientras estaba hablando, sólo se podía imaginar su cara de espanto.

-Bien. Investigaré sobre el poder de Garmadon, o sobre el Gran Tirano, para verificar si de algo nos sirve en un futuro o para saber si es la causa de por qué Lloyd se encuentra de esta forma. Será mejor que duermas, Kai. Los cuidaré a los dos durante la noche.

Zane se fue de la habitación, pero se detuvo a decir:

-Escucha, sé que esto ha sido duro, pero para que esto funcione, para que podamos vivir en la con él, creo que la empatía es la clave.

-¿A qué te refieres? -Kai cerró los ojos, listo para dormir.

-Si Lloyd supiera bien cómo somos, no sería tan introvertido o... grosero. No se habría escapado en primer lugar. Y si nosotros pensáramos un poco en cómo se siente, y en el hecho de que su padre lo acaba de atacar, podríamos brindarle mayor apoyo, ¿no crees? Y él a nosotros.

-¿Y cómo se supone que hagamos que cambie de opinión? -dijo Kai.

-Dale el ejemplo -Zane sonrió-. Buenas noches.

Kai asintió con un gesto. Estaba tan cansado que no tardó nada en caer dormido.

💚 ° 𝙻𝚕𝚘𝚢𝚍 𝙶𝚊𝚛𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗. . . Donde viven las historias. Descúbrelo ahora