💚✧⁠* - ꋬꁝ... ꒦ꋬ꒒ꏂ

444 52 11
                                    

Después de bajarse de la rueda de la fortuna, Lloyd consideró escaparse por un tiempo, por lo menos hasta la mañana o hasta que lograra calmarse, tanto él como Kai. Por alguna razón, no lograban estar juntos sin poder pelear por algo.

Tal vez aquí entraría una buena meditación de Zane. Él pensaba que, ya que Lloyd y Kai eran parecidos en cuanto al carácter, podrían ser o bien los mejores amigos, o los peores enemigos. Realmente esperaba que fuera lo primero, porque si no estaban en un grave problema... Zane presentía que algo no andaba bien, que algo estaba a punto de pasar, pero no sabía con certeza si sería bueno o malo, ni para quién.

Como veníamos, Lloyd pensaba en escapar, pero de nuevo comenzó a sentirse mal. No sabía exactamente si había sido por la nostalgia al estar arriba, como lo hacía en el internado, soñando despierto con algún día estar con su padre, sin necesidad de tener que dominar algo, tan sólo... teniendo una familia. Sus esperanzas se habían desvanecido. Cuando pasaba eso no sabía si quería estar solo o acompañado con una persona que lo entendiera. Pensó en Zane, en que él podía hacerlo sentir mejor; pero... él no parecía entender los problemas familiares, o los sentimientos de otras personas. A veces era tan seco que incomodaba estar con él, pero, de todas las personas con las que había estado, Zane era el único que había mostrado un interés real por ver quién era realmente.

Kai seguía caminando. Lloyd no se había dado cuenta de que estaba siguiéndolo casi ciegamente hasta que chocó con su espalda.

-Oye, ten cuidado -le espetó.

-No te pares así. ¿Qué haces?

Kai miró la salida.

-Supuse que querrías irte.

Lloyd miró el parque. Las risas, el olor a aire libre, la comida... Realmente era algo tan nuevo que no quería dejarlo, aunque sea para contemplarlo a lo lejos.

-¿No podemos comer algo antes? -preguntó Lloyd, haciendo un pequeño puchero.

Kai lo pensó antes de responder.

-No hemos comido nada desde que nos fuimos del Bounty, no me había dado cuenta...

Kai miró los ojos de Lloyd. Ese niño sabía dar lástima. Era como una foca bebé hambrienta.

-Bien, vamos.

Unos minutos después, se habían sentado en una banca alejada de los demás, comiendo lo que les había apetecido, ya que Zane no estaba con ellos o, por lo menos, nadie que los juzgara. Así que Kai tenía una bolsa de frituras con chile, y Lloyd decidió probar otra cosa: algodón de azúcar. Parecía realmente encantado. Y vaya que lo estaba: el azúcar siempre parecía curarlo todo, hasta lo que sea que padecía ahora.

Con el estómago más o menos lleno, Kai se relajó un poco. Estaba tan confundido con respecto a Lloyd que ya no sabía cómo actuar o qué pensar. Tal vez sólo fuera un niño, pero algo le decía que no le convenía tenerlo de enemigo. O, al menos, en el futuro.

Ahora mismo, creía que era ridículo pelear con un niño que tenía seis o siete años menos que él. Además, se sentía mal por hacerlo. No quería dar tan mala impresión.

-Oye, niño... Lo siento.

Lloyd suspiró.

-¿Cuántas veces has dicho eso y terminas peleando? Mejor ya déjalo y...

-Tú también peleas, no... -Kai hizo una pausa-. Okey, te creo.

Ambos lanzaron un suspiro.

-Pero... en serio que no quiero... -murmuró Kai.

Estuvieron un rato en silencio, comiendo aún. Kai recibió un mensaje de Zane. O varios.

(Las siguientes capturas fueron hechas por mi producción -es decir, el teléfono de mi hermano y yo-, así que supongamos que en la hora dice que son como las siete de la tarde y que Kai es fan de Percy Jackson como yo...)

)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Hacer algo diferente? ¿Como qué?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Hacer algo diferente? ¿Como qué?

Ya habían intentado conversar y siempre terminaba mal. Al parecer, quedándose callados era la única manera de no discutir.

La rueda de la fortuna había sido aburrida. Tal vez, si subían la intensidad, serviría de otro modo. Y Kai sabía perfectamente a cuál entrar.

-Hey, dijiste que el último juego había sido aburrido, ¿no? -dijo Kai, guardando la bolsa de frituras vacía.

-Sí, ¿a ti no te pareció?

-No te preocupes entonces. Seré nuestra salvación.

Lloyd comió encantado lo último que le quedaba de algodón de azúcar.

-Ah... sí, okey.

💚 ° 𝙻𝚕𝚘𝚢𝚍 𝙶𝚊𝚛𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗. . . Donde viven las historias. Descúbrelo ahora