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La primera vez que el escenario cambió, Lloyd pensó por un momento que se había desmayado y que todo era una ilusión. Pronto descubrió que no era así.
El suelo de piedra húmeda había cambiado a uno de piedra volcánica. El ambiente frío había desaparecido por completo y había dado lugar a otro seco y lleno de ceniza.
Al principio, el cambio de temperatura había sido agradable para Lloyd, puesto que el frío le había adormecido gran parte del cuerpo. Sin embargo, pronto comenzó a sudar, gota tras gota.
Lloyd captó el juego del ex-señor Hocksman casi de inmediato. Si al principio el frío le había ayudado descubrir el fuego, tal vez descubrir algún otro elemento en otro escenario sería más fácil.
Ahora, Lloyd debía pensar en el elemento que le vendría bien. Estaba demasiado ocupado pensando en una solución que casi no se percató de que eso era bastante cruel: obligarlo a usar poderes que no conocía para sobrevivir. ¿Qué clase de persona hacía eso?
«Agua», pensó Lloyd. Pero... ¿cómo lo haría? ¿Lo pensaba como lo había hecho con el fuego y así aparecería? El problema era... que había visto a Kai repetidas veces usar el fuego. En el Bounty nadie tenía el elemento del agua y Lloyd no tenía referencias al elemento.
El hielo Zane casi nunca lo usaba. Los ninjas tenían tan poca práctica con los elementos que casi nunca los usaban. De acuerdo, en ese momento Lloyd se dio cuenta de que los elementos eran difíciles de controlar. Aunque fueran geniales, apenas había podido formar una pequeña llama en sus dedos. ¿Qué haría con el hielo? Seguramente se derretiría casi al instante.
El agua era su mejor opción... aunque tampoco sabía qué hacer con ella si es que lograba atraer un poco.
Lloyd de desesperó y dio una patada al suelo.
-¡Esto no es justo! -Lloyd se dio la vuelta, sólo para ver que la esfera de energía magenta ya no estaba.
-¿Qué no es justo? -dijo la voz raposa que tanto conocía desde todas direcciones-. Hicimos un trato.
-No sé cómo usar mis poderes, ¡ni siquiera sabía que los tenía! -le espetó. Comenzaba a ascender la temperatura.
-Es por eso que estamos aquí. Los diferentes escenarios son perfectos para entrenar elementos y para formar estrategias.
Lloyd suspiró. Su discusión no tendría caso. El niño estaba tan acostumbrado a que al final se hiciera todo menos lo que él quería que no le molestó tanto lo que el señor Hocksman o lo que fuera le estuviera haciendo esto. Sólo había... que afrontar cada cosa que le venía encima.
Lloyd decidió que al final trataría de divertirse con la situación. Le gustaría tener a Jay o a Kai para lanzar esferas de agua a su cara. Por ahora, tendría que conformarse con mojarse a sí mismo, lo cual con el calor no resultaría tan molesto.
Lloyd alzó los brazos al aire en un movimiento repentino. Pensó en todo lo que se le vino a la mente que involucrara el agua: ríos, lagos, el... mar, el... vaso de agua que siempre estaba en la barra del Bounty pero que nadie nunca tomaba...
Por un momento, Lloyd creyó haberlo logrado, pero sólo descubrió que su propio sudor era el que le mojaba las manos. El calor no ayudaba en lo absoluto. Dio otra parada al suelo y entonces vio que había removido tierra húmeda. Lloyd lo hizo de nuevo y esta vez debajo de la tierra halló un poco de agua, la cual se absorbió casi al instante. Siguió haciéndolo así hasta que casi no le quedaron fuerzas a causa de la temperatura. Cuando terminó, el pequeño pozo que había "cavado" le llegaba a los talones, y el agua casi lo llenaba.
Los zapatos de Lloyd estaban mojados, pero eso era lo de menos. Se agachó y tomó algo de agua en sus manos. Estaba sorprendentemente limpia. Lloyd no supo si había invocado agua o si sólo se trataba de una coincidencia, pero no importaba demasiado: ahora tenía agua de la cual podía beber después de tanto tiempo.
Casi cuando Lloyd terminó de saciar su sed, el escenario volvió a cambiar. Ahora de nuevo hacia frío, y el niño deseó no haberse mojado tanto. La nieve le rozaba la cara y hacía casi imposible ver algo. Pronto descubrió que el lugar en donde estaba era el borde de un risco. Al otro lado, unos metros más allá, Lloyd se percató de que se hallaba un puesto de comida callejero, solo y en medio de la nada.
Lloyd frunció el ceño.
-¿No pudiste haberlo dejado más difícil? -espetó al aire.
-En realidad sí, pero creo que por ahora esto basta.
Viendo la altura del abismo, Lloyd dijo:
-Era una pregunta retórica. ¿Sabes?, no tienes que responder a todo siempre.
Lloyd pensó que usar el hielo esta vez no estaría tan mal. El problema sería que estaría resbaloso, y que aún no sabía usarlo. Esperaba descubrirlo por accidente pronto. Su estómago no hizo más que animarlo con rugidos de hambre.
