💚✧⁠* - ¿꓄ꋪꋬ꓄ꄲ?

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Lo cierto es que Lloyd no estuvo del todo inconsciente.

Sí, se desmayó unos minutos, pero, en lo que a él respecta, estuvo despierto la mayor parte del camino. No quería abrir los ojos. Algo se lo impedía, simplemente. Se sentía demasiado agotado emocionalmente. Durante demasiado tiempo había buscado un lugar en donde encajara bien, y su primera y única opción había sido quedarse con su padre; donde fuera, pero con él.

Ahora esa esperanza se había desvanecido por completo.

Seguía sintiendo la nieve sobre su cara, y el incesante viento frío que le helaba hasta la sangre. Tenía demasiado frío en aquel entonces; demasiado débil para caminar, o demasiado apenado y dolorido como para abrir los ojos y ver la cara de Kai, aquel chico que no lo dejaba a pesar de tanto que le costaba llevar a los dos.

Supo que habían llegado cuando escuchó voces arriba de su cabeza. No se había empeñado en aprenderse los nombres de cada uno, pero si se la pasaban gritándose todo el día entre ellos era prácticamente imposible saber que la primera voz era de Jay.

Los sonidos se oían lejos, como si hubieran pasado a segundo plano. Sin embargo, sintió el dolor perfectamente cuando Kai se lo cargó brutalmente contra Zane, o al menos eso sintió él. En el momento apretó las manos con todas sus fuerzas -las cuales no eran muchas- y quiso darle un golpe a algo.

Zane lo subió al Bounty. Su piel era fría, lo cual no era demasiado reconfortante.

Dentro del barco volador, automáticamente se sintió un poco mejor. Un poco. Era caliente y olía a chocolate. No le apetecía comer nada a pesar del hambre que tenía, pero el olor a chocolate era lo mejor del mundo.

También oyó la conversación de Kai con Zane, y en cómo le contó casi todo como si fuera una simple salida al parque que tu padre te gritara y te atacara con algo que te quitaba todas las fuerzas. No estaba dispuesto a admitirlo aún, pero Lloyd sabía que él mismo se había enojado mucho con su padre... y le gritó. No quería agredirlo. Sentía tanto dolor que estaba confundido. No lo podía ver, y no lo podía tocar, pero que le dolía más que cualquier cosa, incluso el dolor físico que ahora experimentaba.

Pero ya no había marcha atrás, ¿verdad?

Cuando despertó supo que era de día por la luz, no porque hubiese descansado bien. En realidad, si le hubieran dicho que acababa de llegar al Bounty desde la noche anterior, no tendría problema en creerlo.

La cara le ardía aún, pero sentía frío. Tenía algo caliente en la frente y sentía la presencia de alguien más al lado suyo; sin embargo, intuía que no era alguien que presentara un peligro para él.

Ese alguien le quitó la cosa caliente de la frente. Lloyd oyó gotas de agua cayendo en un balde pequeño, y luego sintió algo húmedo y frío en la cabeza que le brindó algo de conformidad.

Lloyd se obligó a abrir los ojos.

Zane estaba sentado en una silla al lado de su cama, leyendo con mucho interés un... ¿pergamino? Sí, uno viejo, por las orillas amarillentas y el papel tieso del que estaba hecho.

Lloyd se llevó una mano a la frente. El brazo jamás le había pesado tanto. Se quitó aquella cosa fría de la frente y la observó. Sólo era un toalla húmeda.

-Manténla allí -le dijo Zane-. Sirve para bajar la fiebre.

-¿Fiebre? -preguntó Lloyd. Su voz sonaba tan apagada que casi no la reconoció.

-Sí. ¿No sabes qué es?

Lloyd negó con un movimiento casi invisible.

-Es un aumento temporal de la temperatura corporal promedio, que suele ser de 37 grados. Sin embargo, tú la tienes más alta, pero no encuentro la causa. He investigado durante toda la noche; no he encontrado nada -hizo una mueca de desagrado-. Lloyd, ¿sabrás algo sobre los poderes que tiene tu padre?

💚 ° 𝙻𝚕𝚘𝚢𝚍 𝙶𝚊𝚛𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗. . . Donde viven las historias. Descúbrelo ahora