💚 ° 𝙻𝚕𝚘𝚢𝚍 𝙶𝚊𝚛𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗. . .

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A Lloyd aún le temblaba la mano. Definitivamente no era su intención, pero no podía controlarlo. Sentía que las venas le hormigueaban. ¿Era algún tipo de tortura de los hospitales que te impedía usarla adecuadamente?

Jay lo llevó hasta el baño, en donde no había nadie. Tal vez sea porque ya era tarde.

Así que abrió el chorro de agua y metió dentro la mano de Lloyd, limpiándole la poca sangre que había salido dado su bruta manera de quitársela -había actuado preso del pánico, por lo que al principio ni siquiera notó el dolor. Después, claro, fue otra cosa-.

Cuando quedó listo, Jay le dio un pedazo de algodón que había tomado anteriormente de la bodega y le dijo que le presionara en el punto.

Lloyd lo observó con tristeza.

-¿Qué? -dijo Jay. Ahora él se estaba lavando las manos.

-¿Me vas a delatar? -preguntó.

-¿Con quién?

-Con los demás -dijo Lloyd-. ¿Quiénes más están aquí?

-Sólo Kai. Aunque llevamos tanto tiempo aquí que no sé si llamó a los demás. ¿Por qué?

-No me quiero ir.

-¿Por qué? Este lugar es horrible. Te tratan DEMASIADO bien, como si te fueras a morir mañana. Además, ¡sólo tienen dos canales en la televisión!

-Pero es mejor que estar en el internado.

-¿En donde vivías antes?

Lloyd lo señaló con el dedo -de la mano que no le dolía-.

-En contra de mi voluntad -aclaró.

-Vale, vale. Tranquilo -Jay le bajó la mano con el índice-. Así que... ¿no quieres volver?

-Ah-ah.

-¿Y por qué no sólo escapas?

(¡Jay, no le des ideas!)

-Eso sólo lo empeorará -Lloyd negó con la cabeza, triste.

-Sí, yo también odio un poco la ley... No te deja volar un dron sobre un edificio sin una licencia ｡:ﾟ(;'∩';)ﾟ:｡

Lloyd suspiró. Ambos se recargaron en el lavabo, Jay con cara pensativa y Lloyd con expresión de miedo e indecisión. Él podía volver a escapar. Sabía que Jay no era tan veloz. Pero no le gustaba escapar realmente: se sentía solo y perseguido. Ahora mismo tenía hambre y quería dormir un poco, pero en la cama del Bounty, en donde nunca dormía solo, quisiera o no.

Vale, tal vez quería estar en el Bounty.

Antes de que pudieran pensar en algo, la puerta del baño se abrió. Esperaban que fuera alguna persona que los miraría raro cuando Lloyd y Jay lo siguieran con la mirad; pero no, entró Kai.

El ninja se quedó con la mandíbula en el suelo y se acercó a ellos. Venía sudando y agitado.

-¡Jay! -exclamó-. ¡¿Desde hace cuándo están aquí?!

-Ah, desde hace poco, no te preocupes -le dijo-. Estábamos pensando. ¿Llamaste a los demás?

-¡Obvio no! ¿Qué dirían si vieran que perdimos a Lloyd? Por cierto, enano, ¡¿dónde rayos estabas?!

-¿Qué esperabas que hiciera? -respondió-, ¿quedarme sentado?

-Pues... sí. ESO deberías haber hecho.

-¡Pues no podía, lo siento!

Lloyd cruzó los brazos, al igual que Kai. Fuego con fuego, de nuevo. Jay se puso en medio, nervioso.

-¡Esperen, esperen! Se me acaba de ocurrir algo. Es obvio que Lloyd no puede ir con nosotros, y que tampoco quiere irse al internado ese, ¿no? ¡Pues enviemoslo con mis padres! A ellos les encantaría tenerlo allá y, además, está alejado de la ciudad, por lo que tardarían en encontrarlo.

-Eso retrasaría el juicio -Kai negó con la cabeza-. Además, tarde o temprano lo hallarían.

-¿Es legal que alguien vaya a un lugar en donde hay maltrato? -preguntó Lloyd espontáneamente.

-¿A qué te refieres?

-A que tengo pruebas de que ese lugar no es bueno. Tal vez me dejen quedar con ustedes si les muestro que el internado es horrible.

-Tendríamos que ir a la corte, o con el juez -dijo Kai.

-¡Pues vamos! -dijo Jay-. Aún falta para las nueve de la noche. Alcanzamos, ¿no?

-No lo sé. No sé nada sobre asuntos legales...

Jay rodeó a Kai por el cuello con un brazo.

-Entonces llamemos a Zane -dijo, despreocupado.

-Ah...

Kai seguramente estaba a punto de decir que no, pero con el peso de Jay encima de sus hombros (literalmente) y con la cara de Lloyd mirándolo (aún se sentía culpable por lo de la feria), adornada con venditas y con sus ojos verdes centelleando...

-Bien... -dijo-. Ay, no sé si dé resultado.

-Habrá que intentar (｡•́︿•̀｡) -dijo Lloyd.

-Zane, nos vemos aquí en media hora...

-¿Por qué no allá?

-Porque no sabemos llegar.