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Una fiesta de navidad en casa del ex enemigo.
—Es tono de llamada, entonces debo contestar.
Hizo acción de levantarse pero lo detuve, poniendo una mano en su pecho, sus ojos pasaron a los míos.
—No, no lo hagas, estamos bien de esta forma. Pasemos una navidad de esta forma, juntos, sin nadie más.
—¿No quieres estar con los chicos y tu familia?
Negué y pase mis manos por su abdomen bien trabajo, llegué a sus mejillas, lo bese. En realidad no tenía a nadie en casa con quien pasar navidad.
—No, solo quiero estar contigo, he estado todas las navidades y todas esas fechas festivas con ellos, ya se cómo es pasar con ellos, esta vez quiero hacerlo contigo, ¿no quieres hacerlo?, porque si no quieres yo...
—Quiero, claro que quiero, lo deseo con el alma, pero, ¿no quieres pasar un momento con ellas?, luego yo paso por ti y nos juntamos en el lugar que desees.
Lo mire, fue cuando mi mente actuó en mi contra, < él seguro le gusta pasar la navidad con su familia y aquí estas tú, pidiendo que haga algo que él tal vez no le guste y cambie por tu culpa >, algo dentro de mi deseaba con toda el alma estar junto a él, no importa si hacemos algo o no, si hablamos o no, solo deseo estar con él, sentir su calor, su protección, pero si él no quieres eso, no puedo obligar a una persona a cambiar, es lo peor que se puede hacer a alguien, tratar de cambiarlo a algo que no es y luego todo se va a la mierda por culpa de lo mismo, así que solo asentí.
Él no sabe que cada navidad me la pasaba llorando en el sillón porque no tenía con quien hablar, mi madre sale, mi hermana sale, incluso Carla sale, y me quedo sola, no reprochó, bueno si a veces, porque todo quieren estar en el lugar que quieren estar, ya sea conmigo o no. Y no lo podría cambiar.
—Está bien.
Demonios. Quería llorar, pero no lo haría frente a él, solo haría que se preocupe, me salí de él, comencé a buscar la ropa, así como él, en total silencio, odio cuando algo así me pasa, porque todos se da cuenta de que algo me pasa, a veces las personas pueden cubrir sus estado de ánimo, yo no puedo hacerlo en lo absoluto, según como este es así como se refleja en mi rostro, lo he odiado desde siempre, me quedé sentada en la cama esperando por que terminará de ponerse la ropa, él tendría que llevarme, aunque en realidad no debería hacerlo, así que me levante y él se posiciono enfrente de mí, solo en pantalones sin camisa y los brazos cruzados.
—¿Qué sucede?
Pero su rostro no era de enojo, menos desesperación, sino de total preocupación, es fácil saber leer las expresiones de algunas personas.
