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Cumpleaños 20.
-Feliz cumpleaños a la mejor hermana de la vida, feliz, feliz cumpleaños.
Grita una chica, cuya voz reconozco, y solo me quedo plasmado en mi lugar, ella nunca me dijo cuando cumplía años, bueno, no pregunte, es mi culpa también, soy un mal novio, mire el día y lo agende, así no lo podre olvidar.
-Ya cállate, no quiero ir, ¿es necesario? -escuché su dulce voz del otro lado responder, y sé que esta justo al otro lado de la puerta. -bien, bajo en 15 minutos, pero ya te digo si no me gusta me iré de ese lugar. Y no me importa si te enojas conmigo
-Sí, bien. -responde su hermana y la puerta se abre.
La habitación esta a oscuras, así que ella no puede verme, da vueltas por todos lados, tocando cosas en la mesa y de pronto se escuchan muchas cosas caer, y ella maldecir, me gusta cuando dice cosas mala, cuando dice sus groserias, me pone tanto, moje mis labios y enciende la luz, cuando me ve, se asustada, mi vista se volvió sería o observandola con interrogación.
-¿Qué?, ¿sucede algo? -arrugo su frente, abri mis labios, iba hablar, lo haría, me acerque un poco quedando enfrente de ella, con ambas manos en mis bolsillos.
-¿Cumples años?, ¿por qué no me habías dicho?
Ella me mira, luego mira el suelo, seguido de toma asiento en la silla de la mesa de noche, junto sus manos y jugaba con ellas, se nota que esta inquieta, diría que, avergonzada.
-Lo siento.
Sonrió de lado y me acerque, puse mis manos en sus piernas, las separe con delicadeza y me posiones entre ellas, me puse de rodillas y le hice mirarme tomando su mentón.
-Debiste decirme, no tengo regalo para ti.
-No hace falta un regalo, suficiente con tu presencia.
Me acerque a ella, levantando un poco mi cabeza, me acerque a su rostro, sonrei, acerque sus labios a los miso, dandole un fuerte beso, me aleje y ella me miro, sus labios abiertos, y mirando mis labios hipnotizada. Le mostre mis dientes en una sonrisa sincera. acaricie sus rodillas.
-Feliz cumpleaños mi amor.
Enrollo sus brasos alrededor de mi cabeza y la abrace por las costillas, sintiendo como su perfume inundaba mis fosas nasales, agradecido del olor tan dulce, tan de ella. Se alejo un poco y suspiro, luego mordio su labios mirando mi rostro.
-En la casa de Carla me harán una fiesta sorpresa.
-¿Cómo va hacer sorpresa si ya sabes?
Reí y ella me miro con una sonrisa, mis ojos divagaron por todo su rostro, no me cansaria de verla.
