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Un juego peligroso.
-¿Por qué el rostro de una semana de dolor de estómago? -dijo Carla cuando llego a mi y miro mi rostro.
-La chica de esta tarde está pegada a él como una pulga, y...
Me quede en silencio por el rostro de Carla.
-No, tú vas a acabarlo esta noche, esa perra, perdón por que no la conozco, pero no dejaré que te robe tu hombre...
-Técnicamente él no es mi hombre.
-Cállate. -dijo y puso una mano en mi boca, se giro hacia su hermano.- Luke, regresaremos pronto.
-Bien, no podrán entrar si no las ven con nosotros.
Me toma de la mano, corremos hacia mi habitación y ella toma su maleta, saca ropa de allí y me tira todo en la cara, si no estoy lista me hubiera golpeado un ojo.
-Bien, te pondrás eso sin quejas, eso fue lo que, lo intentaste una vez, la segunda no será una opción, vamos.
Mire lo que me había tirado y me fui hacia el baño, era un vestido color negro, de tirantes, y mi ropa interior consistía en una tanga color negro y un sostén del mismo color que hacía mis senos más grandes.
Cuando salí me sentía Sexy, me arregle el cabello me puse los tacones y ella estaba vestida como yo, carajo. Incluso podría silvarle
-No te dejaría sola. -la abrace y nos miramos en el espejo. - si esto no lo mueve, es porque debe usar lentes.
Tomamos las carteras y salimos, ya casi estaban adentro, solo nos esperaba mi hermana, esta se dio la vuelta y cuando me miro parpadeo muchas veces.
-Cielos, ahora mismo les tengo envidia, pero basta de estupideces, bien, tú vas a ir por ese chico, tenemos trabajo que hacer.
Me tomo de la mano y nos adentramos, la música retumbaba en mis oídos y el ambiente juvenil estaba presente, humo de cigarro, la música, el olor alcohol, todo, nos acercamos a los chicos, pero no lo vi por ninguno lugar, mi mente rápido hizo lugar a la duda que probablemente estaría con la chica, y me decepcioné, no lo miraba por ningún lado y eso solo confirmaba mis pensamientos, me siento ridícula, tome una botella de alcohol de la mesa en la que nos habíamos quedados, y camine hacia la escalera que iba hacia arriba, llegue a un lugar abierto, podía sentarme y ver el mar, así como escuchar de fondo las canciones, me senté sin pensarlo y destape la botella, tome unos tragos y deje la botella, escuché unos pasos, luego el sonido de tacones, eran ellas.
-¿Qué haces aquí?
No las mire, solo escuchaba el mar.
-Lo que debería hacer, ella es más que yo, seguramente es lo que él busca, estoy harta de ser la segunda opción de todos, no me miran de esa forma cuando yo lo hago primero. - se sentaron una cada lado mío. Tiré mi cabeza hacia atrás, cerré mis ojos. -Se que él no me quiere de esa forma y no voy a obligar a nadie a quererme, nadie está obligado a eso.
