Capítulo veintiuno
Norma dejo ir un suspiro antes de levantar su mirada hacia el hombre que estaba a su lado, se mordió el labio inferior antes de darle una suave sonrisa o mejor dicho un intento de sonrisa.
—Le podría decir que si tenía a personas y lo tengo, es a mi mejor amiga. La que estuvo conmigo en momentos tan dolorosos y fue un pilar fuerte en el momento en dónde no sabía que hacer, está también donde mis padres se encuentran enterrados señor O'Brien —respondió sacudiendo su cabeza.
—Explicame mejor, por favor —pidió Erickson realmente interesado.
Norma respiró hondo antes de volver hablar, lo observó cansada de ocultar cosas y en ese momento sería sincera. Así perdiera su trabajo.
—Tengo diecinueve años —comenzó a decir ella —Me hice cargo de mis hermanos a los doce, cuando mi madre murió después del parto. Deseé entonces los crié junto a mi padre, cuando el salía a trabajar yo me quedaba cuidándolos a ellos. Quienes son todo para mi, daría mi vida por tenerlos sonrientes, sanos y que no les falte algo.
Una sonrisa triste se formó en sus labios mientras cerraba sus ojos.
>>He sido blanco de burlas desde el momento que me veían con ellos, piensan que soy su madre y no me avergüenza, al contrario me da gusto que lo piensen a pesar de que son muy distinto a mi —comentó respirando hondo —Si soy sincera, envie mis documentos a esta empresa y a otras, en un momento donde no podía dormir, me acuerdo que había terminado de enviar tres de cinco de mis trabajos al correo que correspondía a mis docentes que me impartían clases en la universidad, fue un impulso que me llevo a buscar empresas de buen renombre para poder enviar mis documentos.
>>Me pareció sumamente extraño, que una empresa de gran magnetismo buscará a personas fuera del país y darles así la oportunidad de trabajar. Los beneficios que brinda es aún más alucinante —expreso ella —¿Quien no desearía un trabajo de ese estilo? Fue mi primer pensamiento, me dije ¿Por qué no? No perdía nada en poder intentar.
>>Debo de decir que no pensé en que se comunicarían conmigo tan rápidamente —murmuró dejando ir un suspiro —Era la oportunidad de una en un millón, pero me llamaron y lo agradecí, aunque mi salida de Alemania fue apresurada, no me quejo.
Erickson se acomodo y asintió.
—¿Y tu pareja que piensa de ello? —exclamó haciéndola sonrojar.
Norma pensó en Serkan ¿Él era su pareja? No, esa era la respuesta.
—No tengo pareja —respondió segundos después de haberse mantenido en silencio —Sí lo pregunta por lo que hable cuando veníamos hacia su empresa, solo es un hombre que llegó en el momento que necesitaba por decirlo quitar una parte del dolor a base de la calentura. Serkan es un gran hombre solo que no estamos para vivir juntos, somos de los que pueden encontrarse una, dos hasta cinco veces en la vida. Pero no para decir que el día de mañana seremos los esposos deseados, que viviremos juntos y que estaré embarazada de sus hijos.
>>Además mireme señor, soy algo realista —musitó señalándose —Mi vida es un enredo en este momento. Son tantos los problemas con factores que todavía yo no puedo resolver o encontrarles una vía y caminos abiertos, que tome una decisión que todavía no sé, si es correcta —exclamó deteniéndose un momento para tomar aire.
>>Le cuento algo, durante los tres años que estuve estudiando en la universidad escuchaba a varías chicas que hablaban sobre “Sugar Daddy” y cosas por el estilo en los pasillos, aunque no le paraba atención porque pensaba que solo era una forma de llamar la atención de las demás alumnas. Hasta cuando volví a entrar a la uni junto a mis hermanos, escuché nuevamente.
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Él es mi Daddy (AD #1)[SIN EDITAR]
RomanceLibro I de la Saga Amores Dulces COMPLETA[SIN EDITAR] La vida se ha encaprichado con dos personas, dicen muchas veces que las almas gemelas están destinadas a encontrarse sin importar el tiempo que transcurra. Es por eso que cuando la muerte decide...