Cuarenta y cinco

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Capítulo cuarenta y cinco

Norma se volvió hacia Erickson habían estado dos días por completo en Alemania y ahora estaban en Rusia nuevamente, ella le habia dicho antes que deseaba seguir estudiando la carrera de enfermeria, aunque ahora que lo observaba mejor no deseaba seguir estudiando por el momento. Sentia que se estaba perdiendo de muchos momentos en union de sus hermanos, suspiro mientras se acomodaba la peluca negra, para luego colocarse los tacones.

-Cariño no es necesario que vayas -dijo Erickson y ella negó con la cabeza.

Estaba cansada de estar ahi en la casa de el, donde no le debajan realizar nada mas que estar en su habitacion .

-Yo sí quiero -respondió ella sonriendo -Además así me distraigo con las vistas -añadió riendo.

No sabia porque hasta el momento no habían tenido sexo, pero estaba ansiosa por lo que tras terminar de vestirse le guiño unos de sus ojos y salieron de la habitación, faltaban como quince minutos para las siete de la mañana y ellos estaban listos para irse, sus hermanos entraban a clases las ocho por lo que se levantarían después de que ellos se fueran, aunque la casa de Erickson era grande y no necesitaba de que ella estuviera limpiando, sentía la necesidad de realizar todo lo que debía.

Suspiro agarrando unos de los termos donde había colocado el café, el otro se lo tendió a Erickson y los otros dos se los llevaría a los chicos, con quienes se había vuelto buenos amigos. Dio un trago a su café y agarro los dos más mientras se volvía hacia el hombre que la miraba como si fuera la única del planeta, debía de admitir que le encantaba la mirada que le dedicaba, no habia dia en donde no deseara poder robarle una de esas miradas tan llenas de anhelos.

-Vamos -murmuró ella abrazándolo y colocándose de puntas para darle un casto beso.

Erickson sonrió y le devolvió el casto beso para salir de la habitación, le encantaba la relación que crecía entre ellos; las pesadillas de ella no eran tan frecuentes como antes. Aunque lo que si le había sorprendido es que cuando le contó sobre su embarazo y pérdida de sus hijos, jamás se lo había imaginado y ahora podia recordar sobre su forma de hablar por el aborto. Cuando estuvieron en el garaje sus dos guardaespaldas estaban apoyados contra la camioneta hablando entre ellos, se movieron al verlos acercarse.

-Buenos días -saludaron ambos hacia ellos y Erickson asintió.

-Buenos días Diego y Carl -exclamó Norma -Esto es de ustedes -dijo ofreciéndoles los termos llenos de cafés.

El llevaba uno del cual debía de admitir que había comenzado a beber desde hace menos un mes, todavía se preguntaba en que momento comenzó a beberlo, sonrió sin evitarlo porque cuando no estaba en casa y se encontraba en la empresa no bebía vodka, sino que agarraba una botella de agua y se la bebía de a poco. Subieron al auto donde ella se acomodo frente a él sacando su tablet.

-Según la agenda no tienes citas hasta después del mediodía -anunció ella -Te recuerdo que a las diez debes de ir a la clínica -expreso frunciendo el ceño -¿Que vas hacer a la clínica? -le cuestionó levantando la mirada y enfocándola en él.

-Es para un chequeo normal -exclamó el -Me realizó exámenes completos una vez al año.

Norma lo miro con sus ojos entrecerrados y suspiro asintiendo; volvió a dirigir su mirada hacia la tablet donde siguió revisando la agenda, después de confirmar la mayoría ordeno las demás cosas que habían ahí. Suspiro dejando a un lado la tablet y mordiéndose los labios, la conversación con su amiga días atrás fue una de las cosas que más ansiaba poder vivir, también estaba sobre Serkan lo último que había sabido de ello es había casado el día previsto.

Él es mi Daddy (AD #1)[SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora