Capítulo cincuenta y uno
Norma sonrió viendo a Serkan, había cambiado en esos meses se podía apreciar un poco más maduró por así decirlo, el cabello lo llevaban hasta por la espalda y tenía una barba cuidada que cubría sus mejillas. Y también estaba un poco delgado ella se acercó a él colocándose a su lado y mirando hacia las lápidas.
-¿Cúando arrimaste al país? -preguntó ella agachándose y asentándose en el césped.
Serkan dio media vuelta hasta acomodarse frente a ella y hacer lo mismo que realizó con anterioridad, se tomo su tiempo para mirarla; sus ojos brillaban, poseía un poco más de mejillas además de que por encima de la blusa que llevaba se podía ver una barriga en proceso.
-Ayer por la noche -respondió y ella sonrió -¿Y tú? -le preguntó.
-Hace menos de una hora -dijo elevando su mirada -Anduve en mi casa -expreso sonriendo.
Serkan asintió y leyó lo que decía aquel concreto, en donde reposaban los restos de sus hijos; sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y estas corrían por sus mejillas, sin poder evitarlos.
-No llores -pidió Norma en voz baja sacando unas rosas del ramo que descansaba sobre sus rodillas -Se que te duele y que en parte tenga culpa por ello -musitó deshaciendo los pétalos de las rosas -Y te pido perdón por ello.
-No debes de pedir nada Norma -dijo Serkan pasando una de sus manos por su propio rostro -Solo que todavía cuesta acostumbrarse a ello.
-Yo no lo hago todavía -respondió Norma mirándolo -Hay días en donde puedo sentirlos moverse dentro de mi, pero según el doctor solo eran movimientos fantasmas creados por mi subconsciente -exclamó suspirando -Mis niños saben que yo los ame y amare más que nada en el mundo y de los cuales jamás olvidaré.
Serkan asintió y volvió su mirada hacia el ángel que se veía ahí; era uno pequeño dibujado entre un libro donde cargaba a dos bebés entre sus manos, aquello era hermoso. No sabia quien habia elaborado aquel dibujo y hecho que estuviera ahi, pero sencillamente era algo hermoso de ver.
-Yo lo dibuje -exclamó Norma mirando hacia donde Serkan veía -Cuando lo dibuje desee poder representar aunque sea un poco de lo que pudo haber sido. Y hoy solo venía avisarles que su madre se casaría y que serían hermanos mayores -añadió sonriendo.
-Me entere de ello -murmuró el en voz baja -Felicidades por ambas cosas -dijo.
Norma asintió y dejó los pétalos de rosa sobre un pañuelo blanco, para luego volver hacer lo mismo con otras dos rosas y comenzar a realizar el mismo procedimiento.
-Gracias -respondió ella -Se que para ti no es fácil enterarse de ello, pero agradezco que puedas felicitarme.
Serkan asintió porque ella tenía razón; no podía decir que aquellas noticias le agradaban completamente, pero tampoco le deseaba algún mal. Estuvieron en silencio durante unos instantes hasta que ella comenzó a tararear una canción de cuna, con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa en su rostro, ella ya había desecho los pétalos de las rosas y los tenia sobre aquel pañuelo; cuando sintió como le agarraba de la mano y le entregaba dichos pañuelos.
-Uno de los olores que mas me gustaba eran el de las rosas -musitó con una sonrisa -Cuando pasaba por algún lugar donde había rosas me detenía a inhalar el perfume que dejaban ir estas, una de ellas eran las amarillas y rosadas, aunque estas son de poder encontrarlas con poca frecuencia me encantaban, compraba un pequeño ramo de ellas para poder tenerlas en mi cuarto junto a las rosadas.
>>Sentía que de alguna manera a ellos también les gustaba; porque cuando venía con aquellos dolores de espalda a causa del peso extra en mi vientre; olerlas me causaba paz y tranquilidad -dijo sonriendo -Hasta me las pasaba por el vientre según yo, para que ellos sintieran el roce suave de los pétalos. Y ellos se tranquilizaban -añadió riendo mientras se limpiaba las lágrimas que corrían por su rostro -Mis bebés eran estrellas desde mi vientre, creían que estaban en algún centro de fútbol o algo parecido porque los golpes con sus movimientos me hacían ver estrellas de todos los colores posible cada que vez que eso sucedia.
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Él es mi Daddy (AD #1)[SIN EDITAR]
RomanceLibro I de la Saga Amores Dulces COMPLETA[SIN EDITAR] La vida se ha encaprichado con dos personas, dicen muchas veces que las almas gemelas están destinadas a encontrarse sin importar el tiempo que transcurra. Es por eso que cuando la muerte decide...