Él es mi Daddy (AD #1)[SIN EDITAR]

Treinta y cinco

Capítulo treinta y cinco

El día siguiente Norma se encontraba sola en la habitación cuando despertó, recordo el sueño que habia tendio con su padre, dejandolo ir de forma definida podia sentir paz consigo misma, porque sabia que el entendia todas sus razones de las decisiones que estaba tomando, de que por fin aquel sueño en donde lo sintio tan real se decian un hasta pronto que desde entonces comenzaria a respirar mejor, porque el ciclo estaba cerrado sin oportunidad de volver a ser abierta. 

Podía mover levemente su cabeza asi como sus manos miro a su alrededor; la habitación era grande, una ventanal que tenia al lado izquierdo de donde ella estaba se podía ver las nubes y entraba claridad de la calle. Respiro hondo mientras parpadeaba, sentía que su cuerpo se encontraba pesado. La cirugia que le debieron haber hecho debio de dilatar mucho tiempo, ademas de la recuperacion en donde estuvieron que haberla metido, esperando alguna evolucion para mal de aquella complicada cirugia. 

Porque era sumamente delicada, añadiendo que no cualquier persona sobrevivia a aquello, ella era una sobreviviente de algo que pudo matarla. Queria recordar que era lo que le habia sucedido desde que subieron al avion queria aunque sea recordar un poco, pero no podia recordar nada mas. No queria pensar si nadie la hubiera llevado ahi, tal vez estuviera muerta. 

Tal vez si él no habria tomado de llevarla a ese hospital, estuvieran enterrandola dejando solos a sus hermanos. Dos hermanos que amaba con locura y los cuales deseaba verlos, tambien sabia que debia de informarle a su amiga de lo que le habia sucedido, no deseaba imaginarse mas espacios en su mente cosa que le era inebitable ya que a cada nada llegaba un nuevo escenario donde le demostraba escenas de como hubiera sido la cosa. 

Agradecía infinitamente a Erickson que la llevará al hospital, su vida era una montaña rusa, aunque por un momento pensó que no sobrevivirá, porque a pesar de estar inconsciente podía escuchar las conversaciones que tenían a su alrededor. Había logrado escuchar un poco el nombre de Serkan aunque no sabia si el nombre de ese podria ser el mismo que ella conocia. Ya seria demasiada casualidad de que fueran ambos, tambien de que Erickson lo conociera antes. 

Aunque si asi fuera, tal vez el no conocia de ella cosa que podria ser asi. Porque se veia que Serkan solo habla de las cosas que desea o creia importante y ella no era alguien en su vida, ni lo seria porque lo unico que recibia de él eran migajas de algo pasajero y lo sabia, porque ella era un ser pasajero en su vida y aunque desaba no serlo, no estaba en sus planes de que asi fuera.

La puerta se abrió dejando ver a Diego que entraba a verla, ella sonrió y lo miro haciendo que ese hombre alto, exhalará de forma ruidosa y cerrará la puerta para acercarse a ella, le tomo de la mano cuando el puso las suyas en la cama.

—Gracias —dijo y Diego negó con su cabeza parpadeando.

—Tuve miedo —expreso él —Todos tuvimos miedo —especificó.

—Lo sé, no sabeis lo mal que me siento al saber que les hice pasar un mal rato. No recuerdo quien de ustedes fue quien me encontro, todo es borroso y por mas que quiera recordar no puedo, es como si mi mente estuviera en blanco —murmuró ella —Tal vez estaria muerta si no me hubieran encontrado, tal vez hubiera sido muy tarde. Podrías pasarme o buscar mi móvil —pidió cerrando sus ojos unos instantes.

Hablar mucho le cansaba además de que le producía un poco de dolor de cabeza, Diego asintió y le dio un leve apretón en sus manos. Él tambien habia sentido miedo de aquello, verla en los brazos de su hermano menor desmayada le causo un desazon horrible, tanto que lloro y el era dificil de llorar. Eran treinta y algo de años los que tenia, solo dos mujeres le habian hecho llorar y la que estaba ahi acostada era una de ellas.