Capítulo once
Norma se acomodó el cabello detrás de sus orejas, mientras acomodaba lo que el había traído. Dentro de las bolsas había cereales, leche, dulces y otras cosas. Miro por encima de su hombro en la encimera de la cocina que cosa le faltaba por acomodar cuando iba a apartarla pudo visualizar que él le estaba viendo las nalgas, se sonrojo apartando la mirada y siguió acomodando en lacena las tres cajas de cereales.
—Una foto dilata mas —exclamó segundos después de ver qué el no apartaba la miradaz arrancándole una carcajada llena de diversión.
—Lo sé —respondió Serkan —Pero me gusta verlo en vivo y directo —decretó haciéndola sonreír —Por cierto cocinas delicioso.
Norma elevó una de sus cejas rodando sus ojos, para luego cerrar las pequeñas puertas donde había estado guardando las cosas, se dio media vuelta para tomar la leche y sonrió de medio lado.
—Sí tu lo dices —espectó ella —Mi comida no la puedes comparar para nada con los cocineros de cinco estrellas —dijo encogiéndose de hombros —. No debes mentir Serkan.
—Te desprecias mucho hermosa —exclamó Serkan llevando a su boca un bocado de comida, no mentía al decir que la comida estaba rica —Soy sincero con lo que digo y creo que eso lo sabes muy bien Norma —murmuró viendo como se sonrojaba.
—Se eso —respondió ella acercándose al comedor y sentándose en una de las sillas apoyando sus codos sobre la mesa y después puso su rostro entre sus manos —Pero a mi no me debes de mentir Serkan, aprecio tu sinceridad. Bueno apreció todo de ti, pero no las mentiras —dijo con una pequeña sonrisa —Por lo tanto si no te gusta, no estas en necesidad de comer todo lo que te serví.
Él negó con su cabeza divertido con lo que decía ella, era una de las tantas cosas que le gustaba. Y si se ponía hacer una lista de las cosas que le gustaba de ella no terminaba o mejor dicho llenaba una libreta explicando cada cosa, llevó una de sus manos a la mejilla de ella y se la acarició con suavidad haciéndola suspirar.
—No miento —expreso con voz baja —Puede que mi estómago este acostumbrado a la comida de restaurantes lujosos, pero eso no significa que cuando una persona se ha tomado la molestia de cocinar aunque no de forma directa hacia mi, no aprecie el esfuerzo que le ponen a la comida.
>>Dicen que la comida muchas veces representa nuestro estado de ánimo y puedo decirte que tu comida es deliciosa me hace acordar de las veces en que mi madre cocinaba para mi cuando era un niño.
Norma sonrió con dulzura para luego apartar la mirada y respirar hondo, podía sentir como sus mejillas estaban sonrojadas ya que el calor que emitían estas las podía sentir en las palmas de sus manos.
—Yo no me acuerdo de cuando mi mamá cocinaba —murmuró frunciendo el ceño y volviendo a verlo —Aunque si me acuerdo de las veces que lo hacía mi papá.
>>Algunas veces de las suaves canciones que cantaba ella cuando estaba embarazada de los mellizos, quienes sacaron todo. Su cabello, el color de sus ojos y su sonrisa, aunque no recuerde muchas cosas de ella, puedo decirte que verlos a ellos es maravilloso y de alguna manera me acuerdo de ciertos pedazos o fragmentos de la época en donde solo éramos tres y después seríamos cinco, pero solo terminamos siendo cuatro.
—El destino es bien puerco —expreso Serkan entiendo a Norma —¿Que vas hacer? —le preguntó cambiando de tema, ella parpadeó y hizo una mueca.
—Tengo que lavar toda la ropa sucia —comentó —No iré esta semana a la universidad, me tomare desde hoy hasta el viernes para ordenar las maletas, eligiendo que llevare y que no.
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Él es mi Daddy (AD #1)[SIN EDITAR]
RomantizmLibro I de la Saga Amores Dulces COMPLETA[SIN EDITAR] La vida se ha encaprichado con dos personas, dicen muchas veces que las almas gemelas están destinadas a encontrarse sin importar el tiempo que transcurra. Es por eso que cuando la muerte decide...