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Como pude, corrí a intentar cambiarme y en un vano intento, arreglar mi enredado cabello, cosa que fué imposible. - ¿Dormiste bien no? - Preguntó sarcásticamente al verme pelear con mi propio cabello. -Ja- Respondí con ganas de golpearla.

-Maquillate más, aún se te nota tu rostro- Se burló. -Creo que quieres morir antes de debutar- La miré con buenas ganas de convertirme en asesina ese mismo día.

-Suenas más coreana que yo ahora- Volteó a ver la carretera. -Y eso que no llevas ni un día consciente aquí- Le dijo a la nada.

-Si no me ayudas en este momento mis palabras no van a ser amenazas, si no hechos- Dije viéndome con una mano enredada entre mi cabello.

Sin más, se pasó a la parte de atrás, ayudándome con eso.

-Digo en serio lo que te hace falta mucho más maquillaje- Empezó a maquillarme ella. - ¿Para qué necesito verme tan bien? - Pregunté en respuesta. -Solo estaré un mes aquí, no necesito impresionar a nadie... - Por fin miré a los de aquella amiga de hacía tantísimos años. -He dicho más de ti que solo eres mi amiga... - Pasó a la zona de mis ojos.

Escuché como empezaron a hablar en coreano, luego diciendo ella que estábamos cerca.

- ¿Seguimos teniendo la misma talla? - Preguntó, paseando su vista por mi cuerpo. Hice lo mismo con el de ella. Sin más, y para corroborar, apreté uno de sus pechos, haciendo que saltará hacia atrás. -Casi iguales- Corregí. -Sigo siendo una talla más que tú- Aporté.

Volvió a acercarse a terminar su maquillaje. -Voy a ignorar eso de hace un minuto- Volvió a tomar mi rostro para no equivocarse. -En cuanto a lo de las tallas... - Tomó mis mejillas, haciendo verla directamente. -Tienes un muy pésimo sentido de la moda, así que te vas a cambiar antes de llegar- Aclaró, volviendo adelante.

-Si vas a ser mi estilista personal no me quejo de tus anuncios de minutos de antelación- Empecé a mirarme. -Eres realmente buena en esto-

Más pronto que tarde, hicimos una parada, llevando a una tienda. -Yo decido, tú compras- Indicó bajándose. - ¡¿Qué yo qué?! - Exclamé, sabiendo el precio de la ropa. -Tranquila, está tienda no es tan cara- Volteó, mirándome por un segundo y luego entrando.

Si bien, los números no eran astronómicos, seguían siendo más de lo que quisiera pagar por ropa.

No había terminado de ver todas las opciones cuando me llevó jalada hacia el vestidor, haciendome probar un conjunto sencillo.

-Nos lo llevamos- Volvió a jalarme, pagando con mi dinero y ya cambiada.

-Deberías de comprar más ropa allí antes de irte- Indicó, poniéndose el cinturón. - ¿Qué tal estaba tu japonés? - Preguntó, mirándome por el retrovisor. -Suficientemente fluido para entender el anime sin muchos subtítulos, ¿Por? - Pregunté.

-Hay un grupo entero de japonesas y otras dispersas, puedes hablar con ellas mientras no esté yo- Volteó a mirarme, dejándome en claro que no estaría libre siempre.

Casi un minuto después, llegamos, bajandonos y entrando en un gran edificio. -Esta es la compañía donde trabajaré, es la parte de detrás- Indicó, teniendo sentido el hecho de que la entrada fuera un estacionamiento.

-Parece un centro comercial- Miraba a ambos lados, pero solo me traía el recuerdo a los estacionamientos de esos establecimientos.

Por mientras, seguía mi guía, que a su vez, seguía a alguien más.

Poco a poco iba sintiendo la vibra de ídols, principalmente los cabellos de colores y belleza inhumana los delataban.

Y justo al entrar, luego de una corta presentación, nos separamos, quedando sola allí.

Di una vuelta para escanear las inmediaciones, encontrando algo interesante; una mesa con comida.

Rápidamente, caminé disimuladamente, no tenía nada en el estomago y allí habían muchas cosas que me gustaban, había gastado dinero en ropa, pero definitivamente no lo haría en comida.

-Que linda... - Escuché una voz hablando en un lenguaje que si conocía. Volteé a esa dirección, viendo un par de ídols, una rubia y otra de azul.

Fingí no entender y seguí comiendo. - ¿Crees que nos entendió? - Preguntó una a la otra. -Ni de broma, quizá solo sepa coreano- Respondió.

-Come más que tú- Escuché como realmente se asombró la de esa voz. -Es que no había comido nada hoy... - Me excusé, aunque un segundo después me di cuenta que me delaté.

- ¡¿Hablas japonés?! - Preguntó la de azul. Hice un ademán indicando que no realmente. Expliqué con señas muy primitivas que a duras penas entendía palabras sueltas y frases básicas.

Cada una se presentó usando esa misma lógica, y por suerte, si entendía presentaciones incluso coreanas.

Quizá mentí un poco pero a la par, estaba nerviosa.

La fiesta transcurrió en ellas siendo el centro de atención y yo en una esquina comiendo disimuladamente.

- ¿Qué tal todo? - Pasó su mano por mi hombro. -Sonreí falsamente. -La comida es excelente- Ella se empezó a entristecer un poco.

Empezó a hablar, pero realmente no le presté atención, una chica alta y hasta donde pude distinguir, más morena que la mayoría, pasó.




















DubuMyoui
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igamos que directamente hice copia y pega de lo que iba a ser la otra historia para ahorrarme dos horas, ya si todo es nuevo desde aquí en adelante.

Prisma - Tzuyu & Tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora