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— ¿Me están despidiendo? — Pregunté sin entender bien. Asintieron todos. —Tus días como profesora terminaron oficialmente hoy— Específicó el alto cargo de todo ese sistema. Señalando a la persona encargada de relaciones exteriores ahora.

Hizo una seña, pasándome alguien una hoja de papel con mucho escrito en ella. —Digamos que aunque oficialmente nunca firmaste un contrato de aprendiz, eres una— Empezó a hablar, leyendo el principio, notando que eran varios papeles.

—Necesitamos que firmes un contrato de aprendiz de un día de duración— Señaló. —Es solo para aparentar y aliviarnos de papeleo— Explicó. —Además de ser una se nuestras aprendices, eres la mejor con diferencia, todas las demás están comprometidas con el grupo de tu amiga Lily— Aclaró.

—Y como no queríamos quedarnos con la única plaza que nos dieron sin usarse, pensamos en ti— Siguió, notando como el segundo papel era un contrato para que fuera a un programa.

—Creo que vas investigado lo suficiente para entender que los grupos salidos de esos programas tienen un éxito arrollador— Me miró, notandolo de reojo. —Así que, sabiendo muy bien de todas tus habilidades y capacidades, queremos enviarte, ya que sabemos que ganarás— Reveló.

— ¿Está arreglado? — Cuestioné ante aquello. Negó. —Las votaciones serán totalmente públicas y transparentes, la productora lo específico, no hay ninguna forma de modificar el programa— Explicó.

—De haber esa posibilidad, no te habríamos enviado, tienes más que perder en ese caso— Intentó parecer agradable.

Terminé firmando ambos documentos luego de comprobarlos bien mientras me daban una introducción al programa.

—Puedes despedirte hoy de tus alumnos, aún no lo saben— Me indicaron al salir. —Dales el día libre— Seguido, cerrando la puerta, sin saber que dirección tomar, tanto literal como figurativamente.

Opté por llamar a Lily y citarla en la cafetería, sentándome e intentando pensar, pero sin pasar de un infinito blanco.

— ¿Pasó algo? — Preguntó al sentarse delante de mi. —Tengo que decirte algo a ti primero— Solté, apoyando mis brazos en la mesa, llevando mis manos a mis cejas, bajando la mirada un poco.

—Ya no seré más su profesora— Revelé. —Me enviarán a un programa de supervivencia y pase lo que pase después, no podré ser más su profesora— Terminé de explicar.

Unos probables diez segundos después levanté la vista, debido a su ausencia de respuesta.

—Algún día tenía que pasar— Estaba cabizbaja. —Todos habíamos apostado sobre cuándo sería ese día— Levantó la vista, sonriendo un poco forzado. —Al menos nos veremos en casa ¿No? — Preguntó sin ninguna doble intención, asentí.

Sabía muy bien que si ganaba, probablemente me obligarían a mudarme a un departamento grupal, aunque lucharía con fiereza para evitarlo y seguir con Lily.

—Deberíamos de decirle a todos hoy en clase— Propuse, asintiendo ella. —Podemos hablar y hacer cosas, me dijeron que les diera el día libre, yo empiezo en una semana— Expliqué, levantandome y empezando a caminar hacia el salón de clase.

Prisma - Tzuyu & Tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora