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—Que estoy a punto de hacer… — Miré al portón y la casa de las chicas detrás.

Toqué el timbre, tardando quizá quince segundos en abrirse solo.

Pasé, viendo un pequeño decorado con piedras a un lado de la entrada.

Antes de que pudiera tocar, la puerta se abrió, siendo Sana la que lo hizo.

— ¡Hola! — Saltó encima de mi. —Hola Sana— Sonreí realmente, luego mirándome ella, tomando mi mano y metiéndome dentro.

Al llegar al salón principal solo estaba Nayeon, Jihyo y Tzuyu.

Nayeon fué la segunda en abalanzarse a mi. Jihyo solo miraba la escena con gracia, y Tzuyu apenas y si volteó a ver.

Está última en estar encima de mi empezó a saludarme y hablar en español, corrigiendola cada ves que fallara.

Pero en vez de prestarme atención solo noté como veía mis labios.

— ¿Tanto así te gustan las menores? — Dije en español, confundiendola.

Empezó a susurrar aquello, con una preocupante afinación perfecta y sin sonar tanto como coreana.

Vi como sacó su celular, llamó a Siri, luego como le pidió el traductor e inmediatamente le dije que no importaba que no era nada.

Pero eso solo hizo que lo hiciera aún más, oyendolo ella sola debido a que se lo puso en el oído.

Me miró, no sabiendo si era ofendida, o con gusto sobre aquello. Asintió, con una sonrisa diabólica. Se me lanzó encima nuevamente, pero con sus grandes prácticamente clavó las mías al piso, dejándome sin escapatoria, cayendo su cabello y tapando todo aquello.

–Deberías de respetar a tus mayores… — Me susurró, muy cerca de mis labios. Y ahí fué cuando empecé a dudar seriamente de todo, de ella, de mi, de porqué Jihyo no me la había quitado de encima.

—Debería de castigarte de alguna forma— Se levantó, sentándose en mi cintura. Volteé a mirar, y tanto Tzuyu como Jihyo estaban mirando muy curiosas.

— ¿Tú qué piensas? — Le preguntó a Jihyo. Está empezó a reír. — ¿Qué dijo? — Le preguntó, ya que no había entendido del todo.

—Digamos que no conoce la disciplina coreana— Respondió. Y ahí miré a Tzuyu por ayuda. Ella lo notó en ese mismo momento. —Apenas tiene un mes aquí, dejala quieta— Opinó de forma muy imponente pese a sus nulas palabras en general.

Nayeon se quitó de encima. —Creo que te quedó claro todo— Me señaló riendo malévolamente.

No sabía si se refería a su gusto, o si no le gustaba que le faltaran el respeto.

— ¡TN! — Me llamó Jihyo, levantándome rápido y poniéndome entre ella y Tzuyu para más protección.

— ¿Si? — Pregunté, obedientemente. Ella me mostró su celular, siendo una parte de mi lista de reproducción donde entré en mi etapa de producción de rap. — ¿Rapeas? — Hice un ademán de más o menos.

—Muestrame— Sonrió y se acomodó. Empecé a pensar en alguna de mi repertorio, pero realmente no sé ocurrió ninguna buena. — ¿Te parece si mejor improviso algo? — Pregunté, a lo que se quedó estática, llamando la atención de la menor también. Miré a ambas, sorprendidas. — ¿Puedes? — Cuestionó, a lo que asentí.

Revisé mi base de datos donde tenía todas las canciones a medias, completas e ideas, escogiendo una entera y que conocía bien.

— ¿Puedo? — Le señalé el control de la televisión, a lo que ella sin entender me lo dió, rápidamente hice una conexión entre mi celular y este, siendo las bocinas más rápidas que vi, y precisamente mi voz no iba a ser baja.

Coloqué la canción de una vez por todas, cerré los ojos y empecé a conjugar.

—Te encanta como te muevo— Empecé. —Te encanta como te toco, querida— Seguí, y quizá lo de Nayeon empezaba a afectarme.

—Te daré un sentimiento con el que no puedes luchar— Empecé a hacer falsette, seguido de subir notas. Para luego caer en la parte rápida.

—No quiero perder tiempo— Mi voz volvió a notas medias. —Se que no tienes una mente cerrada— Definitivamente lo que hizo Nayeon me afectó las ideas.

—Hazlo como quieras— Empecé a moverme un poco para quitarme el nerviosismo. —Se que sabes cómo lo quiero— Me dieron escalofríos al decir eso.

—No hay nadie las que sea mejor— Seguí. —Chica, me gusta no tengas miedo— ¿En mi mente ocurrió un fallo y había dicho chica? Eso parecía ser.

—Puedo ser todas las cosas que me dijiste que no fuera— A mi mente estaba apunto de salirle humo.

Me dediqué a hacer notas altas, aunque demasido, pasando a registro de silvido pero ya que estaba tan arriba, no podía bajar sin que sonara mal, así que jugué con mi voz ahí.

Luego solo repetí todo pero más melódico y alto.

Al abrir los ojos y voltear me di cuenta que éramos diez en vez de cuatro como empezamos



























La canción es God Is A Women de Ariana Grande.
Pensé que no repetiría canciones de ninguna de las otras dos historias pero casi me da algo al intentar pensar en algo.

Prisma - Tzuyu & Tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora