Prisma - Tzuyu & Tú.

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— ¿Vamos nosotras dos? — Preguntó Hikaru recién me incorporé, asintiendo instantáneamente, ella probablemente era la mejor bailando y yo la mejor cantando, dupla perfecta.

— ¿Puedo meterme en la conversación? — Apareció de la nada una chica nueva, saliendo de detrás de Hikaru, un poco doblado, un poco actuando de manera comica, mirándonos a ambas, luego enderezandose.

—Me llamo Kim Dayeon— Se presentó, mostrando su etiqueta, siendo ella también uno de los tres centros de la gran coreografía, ahora siendo el trío perfecto.

Ofreció su mano, ambas presentándonos de igual manera.

—Se que sonará un poco raro… — Después de aquello me miró más a mi. —Pero aunque tienes poco contenido como tal, soy tu fan… — Reveló. Sorprendiendome gratamente, subiéndome un nivel el ego.

Traduciendo aquella situación a Hikaru, entiendo el porqué de la emoción de ambas.

— ¿Qué podríamos presentar? — Preguntó la japonesa. —Podría ser una canción de las que tengo guardadas, tú harías la coreografía— Le señalé, traduciendo después a Dayeon.

Mientras hacia aquello, mi vista iba dando pequeños parones casi imperceptibles enfocando en cómo habían muchas que aunque estaban viendo hacia nosotras, quizá el solo hecho de que los tres frontales de la coreografía grupal estuvieran juntos, daba miedo.

—La presentación es en dos días, tenemos tiempo para todo— Aclaró, volviendo a ser la traductora.

Aquella fase siguió en las tres estrechando un poco más los lazos y terminando como traductora de oficio.

— ¡Pueden venir a registrar los grupos aquí— Indicaron los maestros, yendo todas en filas a ello.

Poco a poco todas fueron registrándose con sus compañeras, hasta llegar nosotras tres.

—Hemos decidido que tú te presentarás sola, Dayeon y Hikaru harán un dúo— Sentenció Sunmi específicamente, dejándonos con una cara de sorpresa como para retratar.

—Es un poco injusto que ustedes hagan un trío, y tú tienes muchas más veces experiencia que ellas dos juntas— Siguió, siendo totalmente justo aquello.

Volteé a mirarlas, quizá temiendo más ellas por mi que yo por ellas aún así.

Luego de aquello todas nos retiramos, más que nada a prepararse sin descanso, dejándome en una posición muy incómoda en todos los sentidos, aunque quizá también convenía para la trama, ahora no solo tenía que terminar una canción, si no también pelear con mi archienemigo, las coreografías.

Y así me encontraba, rozando la madrugada, solo eligiendo la canción, mientras que probablemente las otras ya tenían coordinación en la coreografía.

— ¿Sigues aquí? — Preguntó una Lily muerta del sueño. —No se que canción usar— Respondí aún pasando una por una.

—Haz lo contrario que las demás— Sentí como siguió de largo, volteando de manera pensativa a aquello.

Empecé a rebuscar en mis discos duros de ideas, encontrando algo un poco menos movido en cuanto a ritmo, con golpes de percusión marcados para la coreografía y buena posibilidad de componer encima.