Prisma - Tzuyu & Tú.

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— ¿Alguna idea? — Les pregunté, ya que no encontraba una buena percusión. — ¿Una con bajos? — Preguntó Jihyo, a lo que me volteé, intentándolo, y quedando bien.

Inmediatamente me puse a toquetear todo para dejarlo perfecto, luciendome en cámara.

Y haciendo esto, me vino la idea más loca que había tenido, un cristal rompiéndose.

Busqué en Youtube esto, encontrando el sonido perfecto, haciendo magia con esto.

Y una vez con toda la base, me metí al cubículo, dejando a Jihyo como era costumbre ayudándome.

Si bien, no era normal producir con ellas ahí, en el programa querían que todas las canciones lo fueran con ellas, aún si tardaba un par de días más todo, ya no tenían tanta prisa.

Tomé un violín antes, y empecé a tocar todo lo que tenía en mente, tardando diez minutos en total.

Por suerte Tzuyu no se veía, ya que no habría podido hacer aquello tan rápido con ella viendo claramente.

Tarde otros diez minutos en hacer todo rápidamente y tener la canción hecha, ya sólo faltaba la letra, porque en esos minutos compuse la melodía de voces.

Ya eso sería cosa de otro capítulo.

Inmediatamente empezamos con la otra.

Y había pensado en una mezcla muy loca de géneros y ritmos, desde sonidos limpios y fuertes en las percusiones, hasta guitarra de regué.

Y algunas trompetas ya que no las había usado con ellas. Y en quizá diez minutos de reloj, la canción estaba casi lista, faltando la letra y parte de la composición.

¿Cómo logro tanto y tan rápido? La respuesta es sencilla, no veo a Tzuyu, simple.

Y Nayeon por estar siendo grabada no sé me tiró encima a intentar hacerme hablar en español, o abrazarme.

Algo que me complicaba y a la vez me ayudaba, era que como nueva característica de este álbum, el primero además de ser producido por mi, es que habrían mini grupos de tres, cada uno con su propia canción.

Y por alguna extraña razón, sabía muy bien qué hacer con Tzuyu.

Sería infantil expresarlo, pero quería mezclar su voz con ritmos característicos de donde yo venía, pese a ser nula en esos géneros.

Aunque la realidad no era lo que tenía en mi cerebro, porque la canción la crearon mis manos en cinco minutos, inclusive sorprendiendome a mi misma, sin muchos cambios, había clavado cada cosa en tiempo récord.

Al final me sentía como una matemática haciendo cosas que parecían complejas y que solo era cuestión de lógica, pero en mi caso, lógica y buen gusto.

Debido a que, por mi anormal velocidad ese día, el programa terminaría ese día, además de producir, querían que todo fuera orgánico en varios días.

—Fué un buen día— Me dejé caer en el sofá. —Te ves incluso más linda tocando el violín— Se colocó Sana a mi lado, más cerca aún de lo que estaba ya antes.

—Pareces más mi fan que yo de ti— Reí un poco. —Seré la primera en tu club de fans— Dijo instantáneamente.

Aquello me hizo pensar, ni yo sabía bien qué estaba haciendo ni en cuál punto estaba.

¿Estaba tan cerca de ser realmente famosa? ¿Eso era lo que quería?

¿Por qué se sentía tan raro? Al tomar clases de ópera lo hice con el fin de tener buena voz para llegar a este punto…

— ¿Qué te tiene tan pensativa? — Se acercó Jihyo. —Cosas de la vida— Sonreí con desgana.