The Wife of Zayn Malik

Capítulo 49

Brooke. 

Faltaban menos de 5 días para la boda y Eleanor, la madre de Zayn y sus hermanas habían sido de muchísima ayuda, el vestido estaba listo y yo lo único que quería era que estos días se pasaran rápido, ansiaba ser la esposa de Zayn. Durante esta semana nos habíamos dado el tiempo de conocernos mejor, conocer nuestros miedos, defectos, pero también nuestros sueños, los cuales iban despuntando poco a poco. 

-Brooke, acaba de llegar tu vestido de novia -Me avisó Claudia. 

Bajé las escaleras rápidamente y vi la caja blanca con un lindo moño negro que lo mantenía cerrado. 

-¿Estás lista para probártelo?.

-Si, pero necesito llamar a las chicas -dije emocionada. 

-Está bien, pero primero necesitas comer algo jovencita. 

-¿Qué te parece si cortas un poco de fruta en lo que yo subo mi vestido y llamo a las chicas?.

-Está bien, pero no creas que vas a dejar de comer. 

-Te lo prometo que comeré antes de probarme mi vestido -le planté un beso en la mejilla. 

-Eso espero Brooke. 

Corrí a uno de los cuartos de visitas para esconder el vestido, no quería que Zayn lo viera y era mejor tenerlo en un lugar donde solo Claudia o yo tuviéramos acceso a él. Llame a las chicas y no tardaron en unirse a mis gritos de emoción, esta tarde sería asombrosa. 

Pasó media hora cuando el timbre sonó. 

-Yo abro Claudia! -Grité bajando las escaleras. 

Cuando abrí la puerta ahí se encontraba la mamá de Zayn, sus hermanas y Eleanor, todo el clan. 

-Bienvenidas, lamento hacerlas venir a esta hora de la mañana, pero necesito probarme el vestido y no puedo hacerlo sin ustedes -dije emocionada. 

-Nos da gusto que nos incluyas en estos planes hija -Me abrazó la mamá de Zayn. 

-Vamos a verte en el vestido de novia cuñadita.

-Seguro que Zayn babea por ti amiga -me dijo Eleanor. 

-Eso espero -suspiré- pero adelante, Claudia nos preparó un poco de fruta y el almuerzo. 

Las pasé al comedor y Claudia no tardó en traer la fruta, la ayudé a poner la mesa y servirles a mis invitadas. 

-Brooke yo puedo hacerlo, es mi trabajo -Exclamó Claudia. 

-Y yo también puedo hacerlo Clau, el día de hoy tu también te sentarás con nosotras. 

-Y-yo no puedo.

-Claro que puedes -la abracé- tu también eres parte de mi felicidad. 

Finalmente la convencimos de que se sentara con nosotras y durante el desayuno hablamos sobre los últimos días de la boda y cómo iba el arreglo del lugar, les mostraba fotos y todas nos emocionábamos cada vez que había algo nuevo. 

-Bueno, llegó el momento más esperado -sonreí. 

-Vamos -Nos animo Claudia. 

Todas subimos a mi recámara y me puse el vestido, pero no lograba alcanzar el cierre. 

-Suegra -Asomé la cabeza al cuarto- ¿Podrías ayudarme a subir el cierre? No lo alcanzo.

-Claro -Se levantó y cuando sus ojos se posaron en mi vestido las lagrimas no tardaron en aparecer- Te ves hermosa. 

-Gracias -Le contesté.

No podía con la emoción, el vestido era hermoso y no solo eso, me sentía como una princesa, a pesar de que al inicio no me visualizaba casada, conforme pasaba el tiempo, más confiada me sentía de que esto pudiera funcionar.